A casi 50 años del último golpe de Estado en Argentina y cuando nuestro país cumple cuatro décadas de democracia ininterrumpida, Amnistía Internacional reafirma la importancia del proceso de memoria, verdad, justicia y reparación que es ejemplo tanto a nivel nacional como internacional.
Gracias a la histórica lucha de familiares, organizaciones y gran parte de la sociedad, cada 24 de marzo es una jornada crucial para destacar los logros conquistados en materia de derechos humanos, pero también para renovar el compromiso de no olvidar lo sucedido, tanto para las generaciones actuales como para las que vendrán.
Argentina vivió sus días más trágicos en el período de la última dictadura cívico-militar. La experiencia en el juicio y castigo de los crímenes cometidos entre 1976 y 1983 ha sido ejemplificadora y ha servido de antecedente para otros países en sus procesos de búsqueda de la verdad y reparación a las víctimas.
Entre 2006 y mediados de 2022 se dictaron 278 sentencias, con lo que el total de condenas fue de 1.070 y el de absoluciones de 161.
Si bien el sistema judicial presenta estructuralmente demoras y falencias en diferentes instancias, el juzgamiento de las gravísimas violaciones a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura cívico-militar se encuentra consolidado en Argentina.
Amnistía Internacional acompaña las acciones para visibilizar una nueva jornada de reflexión sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el terrorismo de Estado.