En un operativo con pocos antecedentes, personal de la Gendarmería Nacional interceptó una camioneta de la Policía de Salta y se tiroteó con uno de los uniformados que circulaban en ese móvil. La reacción de ese agente salteño tuvo que ver con la carga que llevaba en el vehículo: 420 kilos de cocaína.
El miércoles por la mañana, cerca de las 7.20, una camioneta policial abordada por dos policías y un tercero en la caja del vehículo tuvieron que detener la marcha en el kilómetro 1.466 de la ruta nacional 34, en el ingreso a la localidad de Aguaray.
Gendarmes del Escuadrón 54 “Aguaray”, apostados en la ruta realizando el control, intercambiaron algunas palabras con el conductor del móvil policial y notaron algunas contradicciones acerca del lugar de procedencia. Al mismo tiempo, tras ser consultados por si llevaban algo en la caja, la parte de atrás del vehículo, el conductor señaló que unos neumáticos para reparar.
“Al momento de la apertura de la compuerta trasera del rodado descendió del vehículo un tercer acompañante, quien en ese instante emprendió la huida hacia la zona montuosa, disparando hacia los gendarmes con un arma que portaba. Luego de asegurar la zona los uniformados continuaron con las actividades de rigor en presencia de testigos”, informaron desde la Gendarmería Nacional.
Para el control los funcionarios acudieron a “Zipi”, el can antidrogas que subió a la caja e inmediatamente marcó el lugar de la droga. Había cinco ruedas que estaban arriba de unos envoltorios negros, ocho cajas, que en su interior tenían “ladrillos” de color amarillo con el logo de la marca automovilística Ferrari.
Orientados por la Fiscalía Federal de Tartagal, se realizó el hallazgo de 400 paquetes de plástico de color amarillo que en su interior tenían cocaína, con un peso total de 420 kilos.
El magistrado federal interviniente dispuso la detención de los dos policías en carácter de incomunicados y el secuestro de la droga, del rodado y demás elementos de interés para la causa, en infracción a la Ley 23.737 de estupefacientes.
Los policías arrestados, que llevaban las sustancias vestidos con sus uniformes, formarían parte de la unidad antidrogas provincial que trabaja en la zona de la frontera con Bolivia y el tirador prófugo, finalmente fue detenido e identificado como el oficial Julio Omar Núñez y trabajaba en el Centro de Video Vigilancia de la Policía de Tartagal.
Con información de diario El Tribuno