Un nuevo operativo de Gendarmería Nacional volvió a poner en evidencia una práctica clandestina que aún persiste en el interior correntino. En la madrugada del martes, efectivos del Grupo de Seguridad “Mercedes”, dependiente del Escuadrón 7 Paso de los Libres “Cabo Misael Pereyra”, interceptaron una camioneta que trasladaba 14 gallos de riña inmovilizados en fundas de tela, una clara violación a la Ley Nacional N.º 14.346 de Protección Animal.
El procedimiento se realizó en el kilómetro 81 de la Ruta Nacional Nº 123, a la altura de la localidad de Felipe Yofre. El vehículo se dirigía desde 9 de Julio hacia Curuzú Cuatiá, cuando fue detenido en un control de rutina. Al revisar el rodado, los gendarmes encontraron los ejemplares ocultos y atados, lo que evidencia un grave caso de maltrato animal.
Pero eso no fue todo: dentro del vehículo también se hallaron 10 picos de acero, medicamentos y una caja de riña plegable, elementos habitualmente utilizados en peleas de gallos, una actividad prohibida y penada por la legislación vigente.

Dado que el conductor no pudo acreditar la legal tenencia ni justificar el transporte de las aves, intervino la Fiscalía de Investigación Rural y Ambiental de Mercedes, que dispuso el secuestro preventivo de los animales y todos los elementos relacionados al caso.
Desde Gendarmería Nacional recordaron que la Ley 14.346 sanciona toda forma de maltrato o acto cruel hacia los animales, y reforzaron su compromiso con la protección de la fauna ante este tipo de delitos.

Un flagelo que persiste
A pesar de los controles y las campañas de concientización, las riñas de gallos siguen siendo organizadas en distintos puntos del país, especialmente en zonas rurales. Las aves son criadas y entrenadas específicamente para el combate, donde se las somete a condiciones extremas que atentan contra su bienestar.
Este nuevo operativo se suma a una serie de intervenciones recientes que buscan desalentar estas prácticas violentas y proteger a los animales del sufrimiento al que son sometidos.