La tregua apenas duró unas horas. El martes, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anunció que había ordenado una ofensiva militar directa contra activos iraníes en Teherán, acusando al régimen persa de violar “flagrantemente” el alto el fuego propuesto por el expresidente estadounidense Donald Trump.
“Continuaremos con operaciones de alta intensidad contra la infraestructura terrorista del régimen iraní”, declaró Katz en un comunicado oficial. Sus palabras llegaron después de que Trump, desde su red Truth Social, proclamara enfáticamente: “EL ALTO EL FUEGO YA ESTÁ EN VIGOR. POR FAVOR, ¡NO LO VIOLEN!”.
Pero la calma duró menos que un suspiro.
Un misil que desató la tormenta
La chispa que desató la respuesta israelí fue un cohete disparado desde territorio iraní, que, según fuentes de inteligencia, no impactó en ningún objetivo. Trump restó importancia al hecho, sugiriendo que podría haberse tratado de un error o disparo aislado, pero para Jerusalén fue la gota que colmó el vaso.
“Israel lanzó un gran ataque y luego se retiró porque consideró que Irán había roto el alto el fuego”, aseguró Trump, visiblemente molesto con ambos bandos. “No estoy contento ni con Israel ni con Irán”, enfatizó.
Trump descolocado y funcionarios confundidos
En sus declaraciones, Trump no ocultó su frustración. Criticó tanto la aparente desobediencia de Israel como la actitud provocadora de Irán: “Tenemos dos países que han estado luchando tanto tiempo y con tanta fuerza que no sabes ni qué carajo es lo que hacen.”
El desconcierto también se filtró del lado israelí. Un alto funcionario confesó su sorpresa por el tono de Trump: “La administración nos dijo que teníamos derecho a responder. Ahora estamos tratando de entender el verdadero mensaje detrás de sus declaraciones”.
Con el fuego cruzado y las señales contradictorias, el conflicto vuelve a subir varios grados en el termómetro geopolítico. Mientras Israel promete represalias severas, Irán guarda silencio oficial, aunque medios cercanos al régimen anticipan que podría haber una respuesta “estratégica y medida”.
Con información de Enlace Judío y agencia AJN