El dólar libre sigue al alza y genera una mayor brecha cambiaria respecto al tipo de cambio oficial que se computa para gastos por turismo al exterior
En pleno ascenso de los precios de los dólares libres, superando los $310, queda más en evidencia que el dólar turista queda más “regalado” a $236 para los viajeros, más allá de la suba que sufrió del adelanto de impuesto a las Ganancias del 35% al 45%. Un fenómeno que está generando preocupación en el Gobierno y se especula que se efectúen distintos anuncios oficiales al respecto.
Un desfasaje en las cotizaciones que muestra que el billete oficial que se paga con todos los recargos para realizar compras y turismo al exterior, se ubica 33% por debajo del que se debe convalidar en el mercado libre.
No sólo eso, gran parte de esos $236 que se pagan en la plaza oficial con tarjeta se puede recuperar meses después al descontar Ganancias, a pesar que esa diferencia se licuará por la elevada inflación.
Entonces, si se toma el precio del dólar oficial minorista ($135) más el impuesto PAIS, pero sin considerar la percepción que se recuperará en algunos meses de Ganancias, se terminará pagando un dólar de $175. Es decir, un valor que es 80% inferior que lo que cuesta un dólar blue.
Esta alarma cambiaria que genera preocupación entre los analistas y rumores de medidas oficiales, también resonó y llegó a las declaraciones del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, que acusó a los propios viajantes de ser los causantes de lo que es un problema que es más profundo y que tiene un origen en los desequilibrios del propio Gobierno.
El primer mandatario afirmó: “La Argentina no es un lugar donde los turistas compran dólares para viajar y hacen subir eso que se llama dólar blue, ni tampoco es el lugar donde algunos especuladores en el contado con liquidación hacen subir el dólar. A todos nos intranquiliza”.
Economistas en alerta por dólar turista “regalado”
La cuestión central es que con el constante incremento de los dólares libres, el tipo de cambio turista queda cada vez más retrasado y, por ende, “regalado” para ser utilizado por aquellos argentinos que necesitan realizar compras en el exterior o efectuar turismo en el extranjero. Es que resulta, al menos, 30% más barato pagar con tarjeta que con divisas adquiridas en la plaza libre.
“La diferencia de precios entre el valor al que se puede acceder a cualquiera de los dólares libres respecto al valor que tiene el dólar oficial hace que la demanda siga siendo muy alta. Así, el valor actual del dólar tarjeta descontando el adelanto de Ganancias es de $175, un valor similar a montos actualizados al que se veía entre 2018 y 2019 sin impuesto PAIS y sin cepo”, afirma a iProfesional Pablo Repetto, jefe de Research en Aurum.
De hecho, sostiene que en aquel momento los egresos por pagos de viajes y pagos con tarjeta promediaban unos u$s650 millones mensuales, una cifra similar de divisas que en la actualidad se deben cancelar en esos conceptos.
Y para aquellos que no pueden recuperar el 45% de adelanto de Ganancias, el valor en sí “no necesariamente se podría considerar bajo”, dice a este medio Isaías Marini, economista de Econviews.
En base a datos que aporta Repetto, el tipo de cambio real ajustado por impuesto País a valores de fines de junio da un precio de unos $159,6.
“El problema radica en la diferencia con la cotización del dólar blue. Hoy un turista tiene dos opciones: o comprar dólares en el mercado informal a más de $310 o pagar con tarjeta de crédito a $236. Y la diferencia es mucho más amplia para el segmento que puede recuperar el adelanto de Ganancias, aunque es menor el monto final por efecto de la inflación. Entonces, están todos los incentivos para que el turista utilice la tarjeta lo más posible”, grafica Marini.
Causas de una brecha cambiaria amplia
En resumen, que el dólar oficial turista haya quedado muy barato respecto a las divisas que se comercializan en el mercado libre genera desequilibrios en la economía.
“La política de control de cambios del Gobierno acumula cada vez más inconsistencias, lo que se observa en las posibilidades de arbitraje que van apareciendo entre los múltiples tipos de cambio”, sostiene a iProfesional Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.
Y agrega: “El caso de los argentinos que viajan al exterior es paradigmático, ya que la brecha extensa entre el dólar turista y el blue, significa que pueden vender divisas en el mercado paralelo y comprarlos en el oficial. De esta forma se hacen una diferencia de más de 60 pesos por dólar. Pero esto no es exclusivo del turismo, sino que las posibilidades de arbitraje entre los diferentes mercados regulados”.
La cuestión de fondo, para Marí, es que el esquema cambiario que fija el Banco Central “no refleja la verdadera situación del mercado”.
De ahí surge que todos los que pueden intentar comprarle hasta el último dólar “barato” al Banco Central, vía los mecanismos oficiales. En cambio, se trata de “evitar vender” dólares a ese precio.
“Como es lógico, en ese proceso el Central no acumula reservas, incluso, aunque este año la liquidación de exportaciones haya sido récord histórico. Por eso, hasta ahora el Gobierno ha apostado a ´solucionar´ la cuestión con mayores controles. Es así que vamos viendo cómo se va cerrando cada vez más el cepo. Pero esto se hace a expensas del nivel de actividad y de generar mayores distorsiones”, concluye Marí.
Para Tomas Álvarez Kuhnle, economista de Analytica, la estrategia oficial con el dólar tarjeta o turista parece responder a “mantenerlo relativamente barato para no generar un mayor descontento en los sectores medios; lo mismo respecto al dólar ahorro. Era esperable que el Gobierno tome alguna medida para frenar la salida de dólares por esa vía”.
Menos dólares, más restricciones
Tal como se mencionó, la otra cuestión de fondo que trae este abaratamiento del dólar oficial es que la demanda de estas
En este sentido, se menciona desde Analytica que hasta mayo el resultado neto de las salidas de divisas por viajes y otros gastos con tarjeta sumaron los u$s2.460 millones, mientras que la formación de activos externos del sector privado no financiero fue de u$s375 millones.
“En comparación, significó el 170% de los requerimientos de divisas para la importación de energía. El problema es que una brecha cambiaria creciente presiona sobre los precios. Desde junio la inflación se acelera y lleva la nominalidad al alza”, finaliza a iProfesional Álvarez Kuhnle.
Respecto a las medidas que podría tomar el Gobierno para reducir la demanda de dólar turista, Marini considera que habría dos soluciones: “La primera sería llevar el costo al mismo nivel que el blue, aumentando la percepción de Ganancias, porque el impuesto PAIS no se puede aumentar. O, directamente, se podría optar por eliminar el dólar turista”.
Es decir, esto último implica, para este experto, un desdoblamiento del mercado cambiario, y que los viajeros paguen el dólar a precio del MEP o contado con liquidación.
“O bien, podrían optar por prohibirlo y que cada uno tenga que conseguir los dólares por su cuenta. El problema es que esto dispararía la brecha con un consecuente impacto en los precios, y sería algo políticamente costoso”, concluye Marini.
Fuente: iprofesional.com