Superando otros desafíos Martín Ariel Céspedes escaló el Aconcagua en la Cordillera de los Andes.
La montaña se yergue con 6.982 metros sobre el nivel del mar, cumplido este sueño alienta en el futuro escalar el Everest (o Chomolungma como se le denomina en Nepal). Se encuentra situado a 8.848,43 metros de altura y es el sueño de todo escalador, pero sin duda es el desafío más peligroso y la montaña más mortal de la tierra.
“Estoy inmensamente feliz de cumplir este sueño” aseguró Ariel Céspedes.
La bandera de Goya
Sobre esta experiencia de ascender el Aconcagua, Ariel Céspedes, comentó: “Siempre llevo la bandera de Goya; estoy sorprendido de la repercusión de la noticia, muy contento y sorprendido por la muestra de adhesión, de saludos, felicitaciones, un placer el llevar la bandera de Corrientes hasta la cima, hasta lo más alto”.
Preparación específica
Consultado sobre su participación como runner en competencias de montaña, y esta de escalar este cerro, el deportista detalló: “Estoy acostumbrado a hacer carrera de montaña, nunca superé una altura de 3.000 metros, este año por causa de la pandemia se me ocurrió buscar más altura, esto es alpinismo, hice unos cerros y me jugué por el sueño que tenemos en América, escalar el Aconcagua, lo más alto. Al ser un cerro con tanta elevación insume muchos días, me llevó 11 días llegar a la cumbre”.
Céspedes, acotó: “El movimiento es lento, el cuerpo debe acostumbrarse. Un gran desafío, con la garra correntina pude cumplir con el objetivo. Hay momentos que cargábamos 20 kilos en la mochila con todo el equipo personal, alimento, carpa, se llama portear esa acción. De un campamento se traslada a otro de mayor altura, así se avanza día a día y el cuerpo se acostumbra a la altura, sin sentir síntoma, hidratándose bien y siguiendo esta ruta”.
Guías especializados
El alpinista goyano detalló: “Nosotros éramos 7 alpinistas y tres guías, uno líder y dos asistentes, esto es porque en el día de cumbre, si uno no se siente bien, baja con uno de esos guías (contratamos esos servicios). Me tocaron compañeros extranjeros, llegamos 6 y uno solo bajó los brazos, un grupo fuerte el que me tocó”.
Ariel Céspedes, sobre la llegada a la cumbre contó: “El día de cumbre lo adelantamos dos días, el previsto era el 17 y llegamos el 15 de enero; desde el Campamento “Nido de Cóndores” a 5.300 metros, y debíamos irnos a “Cólera”, ubicado a 6.000 metros, de ahí saltar a la cima de 6.960. De la altura anterior salimos a las 2 de la madrugada con menos 15 grados de sensación térmica, y tras 18 horas llegamos a la cumbre. Un ritmo parejo hasta los 6.500 y ahí me parecía lejana la cima, hice paso a paso, cada paso era un logro con el acompañamiento del guía, llegué y cuando pisé la cumbre saqué la bandera y planté: Goya presente. Un desafío que invito a que se sumen, se sufre, pero es gratificante. Los paisajes guardados son impactantes, maravillosos, una experiencia inolvidable”.
Régimen riguroso
El deportista comentó cómo fue su preparación en Goya: “Mi preparación en Goya fue dura, con una altura de nuestra ciudad de 40 metros sobre el nivel de mar, Sebastián Montenegro me ayudó con la carga de mochila con peso, en la Cascadita, en tribunas con movimientos similares a la montaña”.
Sueños y recorridos
En el final expuso su próximo sueño: “Me ponen presión sobre el Everest, en un futuro no muy lejano vemos que pasa y asumimos el desafío”.
“En el descanso ahora iré a tomar otra ruta, la del vino y disfrutaré del buen sol y el buen vino de Mendoza. Quiero decir que estoy inmensamente feliz del logro y de la recepción de esta aventura que muchos sin conocerme tomaron como propia y eso me pone contento y agradecido con mi gente de Goya. Un saludo a todos y al tío Cacho (Buenaventura Duarte Ministro de Seguridad), por la publicación”.