Unos 45 000 policías fueron desplegados por todo el país.
Nueva noche de violencia y caos en Francia, donde la muerte el pasado martes del joven Nahel en Nanterre, París, por el disparo de un policía, ha desencadenado una ola de indignación ahora mismo muy difícil de frenar.
En el incidente más grave en la quinta noche de violencia, un grupo de manifestantes estrellaron un coche contra el domicilio del alcalde de L’Haÿ-les-Roses, a 15 kilómetros al sur de París, antes de provocar un incendio. El alcalde estaba trabajando en su despacho.
Su mujer y uno de sus dos hijos resultaron heridos en la huida.
Hacia la 1.30 de la madrugada de este domingo, explicó una funcionaria del ayuntamiento “entraron en el jardín de la casa del alcalde y empezaron a prenderle fuego” a su vehículo.
Unos 45.000 policías fueron desplegados por toda Francia; se enviaron refuerzos a los sitios más conflictivos de los días anteriores, en Lyon, Grenoble y Marsella.
Siete mil antidisturbios se concentraron en París y sus suburbios, incluida la zona turística de los Campos Elíseos, tras repetidas convocatorias en las redes sociales a llevar los disturbios al corazón de la capital francesa .
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, atribuyó a la masiva presencia policial una menor violencia que las noches anteriores.
El Gobierno ha hecho un llamamiento a las compañías de seguros para que faciliten toda la ayuda posible a los comercios afectados por estas revueltas, a la vez que trata, en vano, de frenar la violencia.
El presidente Emmanuel Macron ha cancelado su visita de Estado a Alemania, mientras la oposición empieza a dividirse y crecen las críticas contra el partido de izquierdas “Francia Insumisa” por no condenar de manera tajante los disturbios.
Fuente: es.euronews.com