El Gobierno de Corrientes adelantó que este martes parte un grupo de rescatistas especializados en incendios forestales, con dos camionetas equipadas y un carro hídrico, hacia la provincia de Córdoba para ayudar en el combate del fuego que no da tregua y ya arrasó con miles de hectáreas.
800 bomberos combaten los focos ígneos provocados por la intensa sequía, el calor, los vientos y la falta de lluvia, transformando en crítica la situación que se vive en la provincia de Córdoba.
Los equipos que parten, a las 23 de este martes, hacia Capilla del Monte, Villa Berna, Salsacate y La Granja, estarán a cargo del sub comandante Gallardo, el oficial Benítez y una oficial. Allí serán recibidos por el director de Defensa Civil, la Fuerza Cruz del Sur de la frontera de Paraguay y Formosa. La idea es atacar los incendios por el lado de San Luis.
Actualmente, se registran cuatro focos activos en Córdoba. El más extenso comenzó en Capilla del Monte, específicamente en Dolores, y se ha extendido hacia Los Cocos, alcanzando la zona de Las Gemelas y llegando también a San Marcos Sierras. Otro foco importante se localiza en la región de Ascochinga, según detalló Roberto Schreiner, vocero de la Secretaría de Gestión de Riesgos de Córdoba.
“En estos momentos, la situación más crítica está en San Marcos Sierras, donde las viviendas están en mayor riesgo, y todos los recursos están concentrados allí”, declaró Schreiner
El tercer foco se sitúa en Chancaní, en el oeste de la provincia, mientras que el cuarto afecta a Villa Berna, en el Valle de Calamuchita. “Son incendios que no están conectados entre sí, pero que están a una distancia considerable unos de otros”, detalló.
Durante el domingo, unos 600 bomberos trabajaron en el combate contra el fuego, y se reportaron evacuaciones en la localidad de San Esteban. Leticia Díaz, secretaria de Gobierno, informó que cinco casas fueron destruidas por completo y varias más resultaron dañadas en alambrados, corrales, tanques de agua y cables.
“Debimos evacuar todo el pueblo. Estuvimos varios días sin luz, lo que afectó el suministro de agua, ya que no se podía bombear. La situación es devastadora. En solo 10 minutos el cielo se oscureció, las cenizas empezaron a volar y el aire se volvió irrespirable. Afortunadamente, logramos evacuar a las familias”, expresó Díaz en diálogo con el periodista Andy Ferreyra, de Perfil Córdoba.