La Escuela de Mujeres Emprendedoras (EsME), cumplió una nueva etapa de cursos con gran éxito y un alto nivel de participación. Más de 1400 mujeres ya tomaron las capacitaciones y hoy cuentan con herramientas para iniciar o potenciar sus emprendimientos.
En este primer semestre se concretaron los cursos de Introducción a la Barbería, Maquillaje social; Organización de eventos; Bordado mexicano; Albañilería básica y gestión de redes con creación de contenidos. “Estamos terminando con los primeros seis cursos de EsME en la cual las mujeres correntinas tienen la oportunidad de estudiar distintos oficios con salida laboral rápida, y más de 1400 mujeres participaron desde 2021 en diversas instancias de formación y pudieron insertarse al mercado laboral”, expresó Calvano.
“Es un orgullo enorme poder contribuir a la igualdad de oportunidades desde nuestro lugar y durante el mes de agosto tenemos previsto continuar con más cursos, con modalidad presencial pero también virtual”, afirmó Calvano. A la vez que recordó que en la página www.cuquicalvano.com pueden encontrar la información que vaya surgiendo, al igual que a través de sus redes sociales. “Muchas personas ya nos escriben preguntando, pero en función de la demanda vamos organizando los próximos cursos”, agregó.
Por su parte, Gabriela Gauna, Coordinadora de la EsME, consideró que “se genera una comunidad de mujeres, esas horas de la semana donde se dedican a ellas y en el camino se encuentran con obstáculos, por eso es doblemente el mérito de llegar al final del curso. Eso hace a la esencia de nuestra escuela, la perseverancia, además de las demás herramientas suplementarias que le otorgamos, ya sea con las clínicas, cursos virtuales y la feria donde pueden vender”.
María Itatí Aguilar, una de las alumnas del curso de Organización de Eventos, consideró que “fue una experiencia maravillosa. Ver gente como yo que emprende, que busca la oportunidad de crecer en diversos rubros, algunas de ellas ya tienen un oficio pero buscan alternativas”. Coincidió en destacar la calidad humana del grupo, desde las coordinadoras y con las compañeras.
Silvia Báez, que hizo el curso de bordado mexicano y comentó que “nunca me planteé que iba a poder hacer bordados, me animé y me encantó, porque me va servir como una salida laboral”. “Las invito a anotarse en las ofertas que vayan surgiendo, es una gran oportunidad”, añadió.