La Provincia de Corrientes adhirió en 1998 a la ley 25080 de incentivos forestales por lo que rápidamente comenzó a cubrir vastas áreas con eucaliptos y pinos.
A partir de ese momento la provincia comenzó a cambiar su fisonomía, su paisaje, y la actividad forestal fue tornándose una de sus principales actividades, hasta llegar a ser la mayor provincia forestal del País.
Junto al nuevo Plan de Desarrollo Forestal, la provincia proyectó una infraestructura de puertos y áreas industriales para que la tala de árboles y la resina de los pinos puedan industrializarse y exportarse a través de sus puertos estratégicamente ubicados sobre el Río Paraná: el área industrial de Ituzaingó y su puerto aledaño, en pleno proceso de construcción , y el Área Logística e Industrial de Paso de los Libres, justo al lado de la ruta que conduce al Puente Internacional con Brasil, son un claro ejemplo de esto.
El turismo también abrió nuevas inversiones, fortaleciendo a las áreas protegidas y potenciando las inversiones a nivel nacional e internacional.
Así Corrientes fue instalándose en el mapa económico del país, mejorando su economía y abandonando poco a poco el mote de ser una de las provincias más pobres de la Argentina.
La sequía no tardó en aparecer para azotar a las provincias ligadas a los ríos Paraná y Uruguay, lo que motivó la aprobación de la ley de emergencia hídrica en julio de 2021.
En el caso de los incendios en Corrientes, la zona comenzó a registrar condiciones de sequía de severa a extrema en noviembre de 2021. Los campos amarillos, y los incendios frecuentes venían anunciando la crónica de una catástrofe anunciada. A esto se le sumó el verano, con temperaturas extremadamente altas.
Hay que aprender, en base a esta experiencia, que el Estado debe tener medidas para paliar este tipo de catástrofes en materia de prevención, infraestructura e inversión.
Diseñar instrumentos y mecanismos legales para la implementación de planes de manejo de plantaciones. Implantar sistemas de monitoreo satelitales para identificar las zonas proclives al fuego y tomar acciones preventivas ante la ocurrencia de incendios forestales, es prioritario.
El fuego en Corrientes lleva arrasado el 11 por ciento de la superficie de la provincia, afectando a cerca de 74.000 hectáreas, un 40 por ciento de la superficie del Parque Nacional Iberá.
Creo y espero que este golpe mortal al “ser” correntino, al espíritu guaraní, aporte las fuerzas necesarias para poder sobreponerse y salir adelante. La garra y valentía correntina está demostrándose hoy más que nunca y será el motor, como un fuerte “sapucay”, para salir adelante!
(*) Por Delia Raquel Flores – Empresaria logística – Despachante de Aduana, nacida en Paso de los Libres (Ctes). Mail: delia.flores@deliaflores.com