por Corrientes al Día
Una situación espantosa se vio en la localidad correntina de Santo Tomé cuando una niña de aproximadamente 11 años ingresó al Hospital local con gusanos en la cabeza, luego de que las larvas avanzaran hasta perforar el cráneo. El caso, de extrema gravedad, motivó la apertura de una causa judicial de oficio contra la madre de la menor.
Según confirmaron fuentes sanitarias y judiciales al portal colega santotome.online, la niña fue llevada inicialmente al Hospital Universitario San Juan Bautista porque manifestaba dolor en uno de sus ojos. Sin embargo, al examinarla, el personal médico descubrió la presencia de múltiples larvas en el cuero cabelludo.
La madre declaró que ese mismo día notó que su hija tenía gusanos en la cabeza y que, tras alertar al hospital, una ambulancia se presentó en el domicilio para trasladarla de inmediato al centro de salud. Allí intentaron retirar las larvas, pero la cantidad era tan elevada que resultó imposible extraerlas todas.
Los profesionales constataron además que las larvas habían perforado el cráneo, provocando un cuadro clínico sumamente delicado. Ante semejante emergencia, la niña fue derivada de urgencia al Hospital Pediátrico Juan Pablo II de la ciudad de Corrientes, donde permanece internada.
Qué es la Miasis
La miasis es una enfermedad parasitaria causada por la infestación de larvas de moscas que se desarrollan en el tejido vivo de animales y humanos. Una de las especies responsables de este padecimiento es el gusano (Cochliomyia hominivorax), conocido por requerir tejido vivo para completar su ciclo de vida, lo que lo diferencia de otras moscas que utilizan materia orgánica en descomposición.

La miasis ocurre cuando las moscas adultas del gusano barrenador depositan sus huevos en heridas abiertas, cavidades naturales (como fosas nasales, orejas u ojos) o en áreas donde la piel está lesionada. Los huevos eclosionan en menos de 24 horas y las larvas comienzan a alimentarse del tejido vivo de la zona afectada, progresando hacia áreas más profundas si no se detecta y trata a tiempo.
Síntomas en humanos:
- Inflamación, enrojecimiento y dolor en la zona infestada.
- Sensación de movimiento en la piel debido a las larvas.
- Presencia de secreción con mal olor y, en casos graves, daño severo en los tejidos subyacentes.
Quienes presenciaron la situación describieron un escenario “imposible de creer”, marcado por el avanzado deterioro sanitario de la menor. La gravedad del caso motivó que la Justicia iniciara de oficio una investigación para determinar responsabilidades parentales, posibles situaciones de abandono o desatención extrema, y establecer cómo se llegó a este estado crítico sin intervención previa.



























