La madre de un niño internado por consumo de drogas exigió a los médicos que le dieran el alta voluntaria. Los profesionales acudieron a la justicia, que priorizó la salud del nene. Pidieron que la familia acompañe el proceso de recuperación.
Al día siguiente de que médicos internaran a un niño de 12 años por consumo de drogas en el Hospital Pediátrico, su mamá exigió el alta voluntaria.
Los pacientes tienen derecho a abandonar un centro sanitario antes de que el médico considere que se encuentran completamente recuperados, incluso si el tratamiento no finalizó. En este caso, la mamá, como representante legal, fue quien lo exigió.
Sin embargo, los pediatras acudieron al Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia N°5 porque el niño debía cumplir un tratamiento. El doctor Edgardo Frutos priorizó el derecho fundamental a la salud, por encima de la voluntad de los adultos.
Argumentó que, ante un riesgo grave, el Estado tenía la obligación de intervenir y, en este caso, limitar la responsabilidad parental. En la resolución N°1337/25 pidió además que la madre no interfiriera con las instrucciones médicas y que la familia acompañara su recuperación.