La Feria del Libro de Goya dejó momentos valiosos, como el testimonio de Gastón Pauls que desnudó su experiencia con las drogas y afirmó: “Yo estoy recuperándome en voz alta para que los pibes no se mueran en silencio”.
La adicción a las drogas, entre ellas la cocaína, llevó a Gastón Pauls a vivir el infierno y caer hasta lo más profundo. Hasta el noveno círculo si se lo ubica en la obra de Dante. Pues si algo destacó en su testimonio ofrecido en la Feria del Libro Goya fue el haberse traicionado a sí mismo y a sus más cercanos, amigos y familiares.
En ese peor momento y en un instante de lucidez, acudió a Dios. “Dios, si estás ahí, sácame de acá”. “No sé cómo salir. No sé cómo se sale de acá”. “Lo juro que lo dije con lo poco que me quedaba de voz pues no podía ni modular”, reconoció. “Pero lo dije” y casi de inmediato sintió su presencia salvadora; aunque todavía su existencia se debatía entre la tentación y la salvación.
“Volvé a casa”. La segunda manifestación de Dios la recuerda el actor como una voz que escuchó diciéndole “volvé a casa”. Ocurrió un rato después de haber acudido a Él y empezar a notar su presencia. Al volver, su novia estaba allí para ayudarlo. “Estoy enfermo y necesito ayuda –le dije-, y me contactó con una mujer que trabaja con adictos”.
“Mientras hablaba con esta persona, después de escucharla me quedé callado 3 segundos y en ese tiempo me cayó la ficha de todo lo que había perdido”. Significó un antes y un después.
“Me sentía solo” (…); “y un adicto es un esclavo que no habla”. “A mí, esta mujer me dijo: Gastón, hay tres finales posibles para los adictos, la cárcel, el hospital o el cementerio.
El reconocimiento del adicto respecto de su situación, dejarse ayudar y esforzarse por salir son condición necesaria para iniciar el camino de recuperación. “Haciendo todos los días cosas que te hagan bien”, acudiendo a la Dirección de Prevención de Adicciones Municipal, donde gratuitamente pueden ayudar con información y a dar pasos en dirección al proceso de recuperación.
O a grupos de autoayuda como los que contamos en Goya: Alcohólicos Anónimos en Catedral, de lunes a viernes de 19 a 21 hs., Grupo San José, Grupo Esperanza l0s miércoles de 19 a 21, AL-ANON (para familiares de adictos) lunes y viernes de 19 a 21 en Catedral.
“Si yo no hubiese reconocido mi derrota, no hubiese podido pedir ayuda a Dios. Consecuentemente no le hubiese podido pedir ayuda a mi pareja de ese momento ni estaría acá, volver limpio a Goya, abrazar a mi viejo…”, relató.
“Acá está Dios: mi hijo nació el 14 de marzo de 2009 y el menor el 29 de diciembre de 2011. Yo dejé de consumir el 29 de diciembre de 2007”. “Hoy tengo herramientas para salir adelante, a Dios todos los días de mi vida. A la mañana y a la noche me arrodillo agradeciendo estar vivo, y eso es invaluable”.