El fervor religioso del pueblo de Corrientes quedó de manifiesto este 3 de Mayo al evocar el Milagro de la Cruz fundacional de la ciudad, símbolo de la fe y de la identidad de los correntinos con una solemne misa presidida por el Arzobispo emérito, monseñor Domingo Salvador Castagna y procesión por las calles céntricas de la ciudad que contó con la participación de diversos sectores de la comunidad, además de autoridades provinciales, municipales, del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial y representantes de las fuerzas de Seguridad.
Acompañaron la celebración, entre otros funcionarios, el vicegobernador Pedro Braillard Poccard; el intendente de Corrientes, Eduardo Tassano; el viceintendente de la Ciudad Capital, Emilio Lanari; los ministros del Ejecutivo; de Hacienda, Marcelo Rivas Piasentini; de Justicia, Juan José López Desimoni; de Seguridad, Buenaventura Duarte; secretarios y subsecretarios del Poder Ejecutivo; legisladores provinciales; ministros del Superior Tribunal de Justicia y otros referentes del Poder Judicial; concejales municipales; representantes de las fuerzas de seguridad; la Policía de Corrientes y la Prefectura Naval.
Las celebraciones
Bajo el lema: “Caminemos juntos, iluminados por la Cruz” se rezó la novena patronal en el Santuario de la Santísima Cruz de los Milagros, cuya fiesta litúrgica alcanzó su cenit este martes 3 de mayo, fecha en que culmina el Mes de Corrientes.
Culminando el Mes de Corrientes, hoy por la mañana, hubo misas a las 6, a las 7, a las 8, a las 9, a las 10 y a las 11.
Luego de dos años de pandemia, la feligresía no participaba de las tradicionales procesiones y este año pudo reanudarse esta práctica tan característica de la demostración de fe del pueblo católico que reza y canta con devoción acompañando a las imágenes de los distintos santos, por las calles de la ciudad, esta vez venerando el sagrado madero de urunday signo de la cristiandad que rige los destinos de la ciudad de Corrientes desde su fundación.
Por la tarde, alrededor de las 15, comenzaron a congregarse las imágenes que acompañaron a los Sagrados Maderos y la tradicional Cruz de los Españoles, en la procesión que dio inicio a las 15,30 recorriendo las calles, Belgrano, Buenos Aires, 25 de Mayo y Salta y Belgrano nuevamente.
Al son de los repiques de las campañas del sagrado Solar, la réplica de la Cruz de los Milagros, custodiada por el cuerpo de Cazadores Correntinos salió del templo para presidir la procesión siendo vitoreada por la multitud de fieles.
Asimismo, en este marco también se dieron cita imágenes y advocaciones de distintas parroquias y comunidades junto a la Cruz de los Españoles hecha de flores de color rojo y amarillo.
En la oportunidad participaron feligreses portando imágenes de las parroquias Cristo Obrero, San Roque, Santa Ana, San Joaquín, Virgen de Guadalupe (patrona de América), Medalla Milagrosa (barrio Yecoá), Santa María (barrio Río Paraná), Parroquia Niño Jesús, Rosa Mística, Nuestra Señora de Schoenstatt, Virgen del Rosario, San Benito, Santa Rosa de Lima, Virgen de Pompeya, San Antonio de Padua, Santa Cecilia, Santa Margarita, Virgen de Fátima, San Marcos, María Auxiliadora, Nuestra Señora del Valle (barrio Pirayuí), Inmaculado Corazón de María (barrio Güemes), Legión de María, Santa Lucía, Santa Marta, Pastorcitos de Fátima, Virgen de Itatí (parroquia homónima), Laura Vicuña y Santo Domingo Savio, San Pío X, la Sagrada Familia, San Pablo, Virgen de Lourdes, Santa Filomena, San Luis Rey de Francia, San Juan Bautista (Patrono de la Ciudad de Corrientes), y Virgen de la Merced (Patrona de la Ciudad de Corrientes).
Pasadas las 17 tuvo lugar la celebración de la Misa solemne que estuvo presidida por monseñor Castagna.
Para las 20 está previsto un espectáculo de Clausura del Mes de Corrientes organizado por Cultura de la Municipalidad.
Datos históricos
Las Actas capitulares (registros oficiales del Cabildo civil), a partir de 1660, registran procesiones que se hacen con la imagen de Nuestra Señora de la Merced y de la Virgen de Rosario hasta la Ermita de la Cruz del Milagro que se encuentra en la zona llamada Arazaty (hoy bajada del Puente General Belgrano). La Cruz del Milagro es venerada allí hasta 1730, año de su traslado al Solar actual.
Desde 1806, por disposición del obispo de Buenos Aires, monseñor Benito de Lué y Riega, la fiesta en honor a la Cruz de los Milagros se celebra el 3 de mayo.
El mes de Corrientes transcurre así entre dos fechas significativas: la fundación de Corrientes (3 de abril) y la fiesta de la Cruz de los Milagros (3 de mayo).
El milagro de la Cruz
La tradición habla de un milagro ocurrido en fecha cercana a la fundación. La circunstancia del mismo sería la siguiente: Los españoles construyen un fuerte en Arazaty que les sirve de base para la exploración del lugar y de su preparación para una futura ciudad.
En cercanías al asentamiento los conquistadores colocan una cruz armada con dos trozos de urunday.
Unos grupos de aborígenes atacan a los españoles quienes se ven forzados a quedarse en el fuerte y luchar para salvar sus vidas.
Los nativos, que no pueden vencer a un puñado de hombres, e interpretando que la cruz sería el hechizo que los protege, procuran incendiarla.
Pero, de acuerdo al prodigio, aunque insisten una y otra vez, la cruz no entra en combustión.
El milagro de la Cruz consistiría entonces en la incombustión de la misma.
En los detalles del acontecimiento milagroso la tradición ya no es tan unánime, pudiéndose hablar de varias tradiciones.
Porque a la incombustión una tradición agrega que un rayo habría acertado y matado a los incendiarios aborígenes por lo que el resto habría interpretado una intervención divina en favor de los españoles; y en definitiva a favor de la paz.
Otra tradición, en vez de un rayo, habla de un “tiro de arcabuz”, el que habría sido interpretado como un rayo, procedente igualmente de la divinidad.
A lo largo de nuestra historia son muchos los que han pensado que el milagro -más que la presencia de un rayo, de un arcabuz, y de la misma incombustión- sería la paz; o sea, la posibilidad de que españoles, criollos y aborígenes pudieran establecer progresivamente una convivencia, aunque con muchas dificultades, pero hacia una progresiva pacificación.
El valor de la Cruz
La cruz es un símbolo importante en sí mismo. Resume la fe en Jesucristo como Hijo de Dios, que dio su vida por la Humanidad en la cruz y luego resucitó de entre los muertos.
Por ello la cruz es símbolo no solamente de sufrimiento y dolor sino también de vida y de resurrección, como así también de la esperanza de vida nueva, de resurrección.
La Cruz de los Milagros, como toda cruz tiene ese primer sentido. Pero además, la Cruz de los Milagros es una reliquia, al tratarse del madero bajo cuya sombra nace y crece la ciudad de Corrientes.
Por ese motivo se la llama también “la cruz fundacional” porque se trataría de la misma plantada con motivo de la fundación de la ciudad.
Más allá de si corresponde a la verdad histórica o no, para los correntinos es “fundacional” en cuanto inspira un sentir común (junto con la Virgen de Itatí) y simboliza la primera evangelización.
Luminarias y procesión
Cada año, el 3 de mayo, con motivo de celebrar la fiesta de la Cruz de los Milagros en Corrientes, en las vísperas (día 2), al caer la noche, se practica una tradición muy acendrada denominada día de las Luminarias en que consiste en encender en el frete de las casas siete velas por “las siete puntas” de la ciudad de Corrientes y para honrar la Cruz que la protege.
En realidad no importa si se encienden siete o menos (algunas familias encienden tres: o por la Santísima Trinidad, o por la fecha de la fundación de la ciudad). Lo interesante es participar y continuar con una tradición que tiene su significado.
En efecto, las velas encendidas hacen referencia a Cristo, que es la luz del mundo y recuerdan los días en que no existía la luz eléctrica y la gente encendía velas y faroles por donde iba a pasar la procesión y así iluminar el camino.
Cada 3 de mayo en Corrientes el pueblo participa con entusiasmo de las distintas celebraciones, especialmente de la procesión y posterior misa.
Hace unos años que la auténtica Cruz no es sacada de su retablo por una cuestión de preservación. Aunque se encuentra en buen estado requiere de cuidados, ya que es el madero histórico que las próximas generaciones tienen el derecho de contemplar y de seguir creciendo a su sombra.
Se trata de, nada más y nada menos, que de la Cruz que acompaña la historia de la Ciudad de Corrientes desde sus comienzos.