En Corrientes, la vocación docente volvió a ser noticia con el reconocimiento otorgado a María Itatí “Marita” Ortega, maestra de Alvear que fue distinguida como Docente Destacada 2025 por el Gobierno Provincial y el Ministerio de Educación. Su historia es un testimonio de entrega, compromiso y amor por la educación, al punto de postergar su propio casamiento para estar presente en el acto de homenaje.
Marita recibió su título hace once años en Alvear y desde entonces recorrió un camino de sacrificios y satisfacciones. Hoy, madre de tres hijos y embarazada del cuarto, asegura que la docencia va más allá de transmitir contenidos: “En nuestro día a día los chicos necesitan tanto de la enseñanza como del afecto. Muchas veces somos lo único que tienen. Yo no sé enseñar sin involucrarme, los quiero como hijos y observo cada detalle para ayudarlos”, expresó emocionada.

La anécdota que la marcó: “Seño, no tomo una gota de alcohol”
Entre las historias que guarda, recordó el caso de un alumno de Pellegrini, que a los 14 años fue sorprendido alcoholizado. Tras un diálogo cargado de lágrimas y consejos, el vínculo docente dejó una huella profunda. Años después, al reencontrarse con él, recibió la frase que la emocionó hasta las lágrimas: “Seño, no tomo una gota de alcohol”.
“Quizás no logré que volviera a la escuela, pero sí que cambiara un aspecto de su vida. Eso también es educación, esos son los regalos de la docencia”, reflexionó.
Cartas que cambiaron destinos
Otra de sus prácticas inolvidables fue escribir cartas personalizadas a sus alumnos resaltando sus fortalezas y debilidades. Con los años, varias familias le contaron que esas palabras seguían en la heladera de sus casas y eran releídas como un motor de autoestima.

El reconocimiento llega también por su esfuerzo cotidiano. Para dar clases en la Escuela N° 126 “Remedios de Escalada” en Paraje Remanso, viajaba en colectivo y luego pedaleaba varios kilómetros en bicicleta, incluso bajo tormentas, hasta que el embarazo le impuso un freno.
El casamiento postergado
El 16 de septiembre, fecha prevista para su casamiento con Rodrigo, coincidió con la ceremonia en la que recibiría la distinción. “Yo no iba a ir, pero Rodri me convenció. Entendimos que este premio era una señal de que elegimos el camino correcto”, contó.
Marita fue una de los 22 educadores homenajeados en el acto encabezado por el gobernador Gustavo Valdés y la ministra Práxedes López. Su ejemplo resume el espíritu de la educación correntina: compromiso, vocación y la convicción de que un maestro puede cambiar la vida de sus alumnos.