Pasaron 19 años, dos meses y diez días hasta que la Justicia de Brasil condenó a tres jóvenes correntinos por el crimen del joven cordobés Ariel Malvino, un estudiante de 23 años que fue asesinado en enero de 2006 en la playa de Ferrugem, en el estado de Santa Catarina.
Los condenados son Eduardo Braun Billinghurst, Horacio Pozo (h.) y Carlos Andrés Gallino Yanzi, todos oriundos de Corrientes y vinculados a familias con poder económico, judicial y político en la provincia. El fallo llega luego de casi dos décadas de dilaciones, apelaciones y maniobras judiciales que demoraron el juicio.
La madrugada del 19 de enero de 2006, Ariel Malvino vacacionaba con amigos en las playas del sur de Brasil. En medio de una pelea entre argentinos y brasileños, Ariel Malvino intentó intervenir y fue golpeado por los jóvenes, cayendo y pegando la cabeza contra el asfalto . Murió por un traumatismo craneoencefálico severo, según determinó la autopsia.
Los tres acusados que fueron hallados culpables por el Tribunal de Justicia de Santa Catarina son:
- Eduardo Braun Billinghurst – Empresario. Culpable de homicidio en grado de tentativa. Su madre, Nidia Billinghurst, es jueza en la Cámara de Apelaciones de Corrientes.
- Horacio Pozo (h.) – Veterinario. Condenado por lesiones seguidas de muerte. Su padre es actual diputado provincial por Encuentro Liberal.
- Carlos Gallino Yanzi – Vive en Neuquén. También culpable de lesiones seguidas de muerte. Declaró que intentó separar la pelea.
Ninguno de los tres estuvo presente en la audiencia. Todos fueron representados por sus abogados y recibieron penas de 7 años de prisión.

¿Por qué se demoró tanto la sentencia?
La causa judicial fue una verdadera carrera de obstáculos. Iniciada en 2006, pasó por múltiples etapas de apelaciones, pedidos de nulidad, recusaciones de jueces y recursos extraordinarios que estiraron el proceso casi 20 años.
Un punto clave fue en marzo de 2017, cuando la jueza brasileña Elaine de Souza Freitas aceptó formalmente la acusación del Ministerio Público. Pero el juicio recién tuvo fecha para octubre de 2023 y también se suspendió.
Incluso en 2013, Braun Billinghurst negó su implicancia ante el juez federal Juan Carlos Vallejos y aseguró no conocer a la víctima. Pozo, por su parte, dijo haber sido víctima de una patota y pidió cerrar la causa por prescripción.
“Ariel puede descansar en paz”
Los padres de Ariel, Alberto y Patricia Malvino, sostuvieron una lucha incansable desde el primer día. En un comunicado reciente, expresaron: “Después de 19 años de impunidad, finalmente llegamos al final tan anhelado. Por primera vez, Ariel puede descansar en paz”, dijo Alberto Malvino en declaraciones a La Nación.
Aunque hay sentencia firme, los acusados no fueron detenidos. Sus abogados podrían apelar, y la ejecución de la pena dependerá de que tribunales superiores ratifiquen el fallo.