Este año, una adolescente que reside en un hogar tendrá la oportunidad de compartir las fiestas con una familia. Carol, quien forma parte del Poder Judicial, decidió postularse con su esposo e hijos luego de ver la convocatoria en la página del Poder Judicial. De esta manera les permitirán a Nahiara vivir momentos de calidez y compañía familiar durante fechas especiales
El Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia Nº 4 de la ciudad de Corrientes, lanzó a fines del mes de noviembre una convocatoria pública dentro de la provincia para encontrar “Familias Recreativas” que deseen brindar amor, contención y un entorno familiar temporal a Nahiara, una adolescente de 14 años que se encuentra institucionalizada desde febrero de este año.
Según lo dispuesto en el expediente Nº 255215, la adolescente expresó su deseo de vivir esta experiencia familiar, dado que no puede hacerlo con su propia familia. El objetivo de esta iniciativa no es la adopción, sino permitir que la joven pueda establecer vínculos positivos fuera del hogar donde reside actualmente, especialmente en la proximidad de las fiestas de fin de año. Se busca que Nahiara pueda disfrutar de salidas recreativas, momentos de esparcimiento y actividades que favorezcan su desarrollo personal y emocional.
Nahiara es una joven alegre, sociable y disciplinada. Actualmente cursa el primer año del secundario donde ha demostrado buen desempeño académico. También participa activamente en el Club jugando al fútbol, deporte en el que destaca por su constancia y habilidad. Además, tiene un fuerte interés por las artes plásticas, siendo la pintura uno de sus pasatiempos favoritos.
Familias recreativas: el poder de compartir y transformar vidas
Carol es una trabajadora del Juzgado Correccional Nº 2 del Poder Judicial de Corrientes que tras anotarse en la convocatoria compartió su experiencia motivadora. “La idea me pareció hermosa desde el primer momento. Tenemos la suerte de vivir en familia, y queríamos darle la oportunidad a alguien más de experimentar lo que significa compartir este tiempo tan especial”, contó.
Carol recuerda una experiencia previa cuando, junto a su familia, recibió en su hogar a una niña de tres años para compartir las fiestas. “Aunque después volvió con su familia de origen, nos quedó esa sensación de haber hecho algo bueno. En Navidad, cuando los sentimientos están a flor de piel, estas acciones realmente nos llenan el corazón”.
Este año, Carol y su familia se están preparando para recibir a Nayara, una adolescente cariñosa que recientemente conocieron. “Nos encontramos en su lugar para que se sienta cómoda. Queremos que no tenga miedo y pueda disfrutar de este encuentro. En estos días vamos a compartir más tiempo con ella para que, cuando llegue el momento de pasar las fiestas juntos, todo sea especial”.
La iniciativa invita a familias como la de Carol a brindar momentos de afecto y contención, especialmente en celebraciones como la Navidad y el Año Nuevo. “Esto nos beneficia a todos: a los chicos, porque reciben atención y cariño, y a nosotros como familia, porque nos transforma. Es algo que no tiene precio”, destaca.
Abrir el corazón y el hogar
La convocatoria de familias recreativas se lanzó como una invitación para abrir las puertas del hogar a una adolescente llena de potencial, brindándole momentos de alegría y apoyo en un marco familiar.
“A quienes están dudando, les digo que se animen. No tienen nada que perder y muchísimo para ganar. Es una experiencia que transforma vidas, no solo la de los chicos, sino también la de quienes deciden involucrarse”, reflexiona Carol.
La Navidad es una oportunidad para demostrar que la solidaridad puede cambiar realidades. Cerrando brechas con amor y compromiso, las familias recreativas son el reflejo de una sociedad más inclusiva y humana.