Se trata de un caso inédito en la provincia, donde se atribuye responsabilidad por el daño a un joven que ejerció violencia de género contra su novia adolescente. Pese a no existir condena penal contra el victimario, la doctora Nora Chaves Caballero del Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia N° 1 dio curso a la acción resarcitoria de daños y perjuicios.
En la sentencia N° 312 la Jueza de Familia, Niñez y Adolescencia N° 1 resolvió que un joven responda con la suma de $7.678.752 (siete millones seiscientos setenta y ocho mil setecientos cincuenta y dos pesos) como reparación de daño moral a su ex novia por ejercer violencia de género. Los hechos ocurrieron cuando la víctima tenía 17 años y el joven 20, por ello las denuncias fueron promovidas por los padres de la menor.
En la sentencia, obrando con perspectiva de género, se tuvo en cuenta las pruebas médicas, psicológicas y declaraciones en las que se probaron claramente los daños (moral y psíquico) que padeció la adolescente durante la relación y que le ocasionaron problemas psicológicos a futuro.
La doctora Chaves Caballero manifestó que “el objetivo de este tipo de procesos es la reparación, compensar a la víctima –a través de una indemnización económica– por los daños sufridos, ya sea que los mismos consistan en lesiones físicas, psicológicas, daños a la dignidad; así como también por los gastos médicos, incurridos como consecuencia de la violencia sufrida”.
Agregó además que; “Este pronunciamiento, más allá de reprochar violencia de este victimario en particular, transmite un claro mensaje a nuestra sociedad, en particular a nuestros jóvenes” teniendo en cuenta las conductas de control, manipulación, agravios, menosprecio, amenazas y celotipia que se pusieron de manifiesto en este caso y que, claro está, lejos de tratarse de manifestaciones amorosas, constituyen indiscutiblemente ejercicio de violencia de género.
Noviazgo y maltrato
Los hechos ocurrieron entre los años 2018 y 2019 cuando la pareja de novios tenía; él 20 años y ella 17 años. Según el testimonio de la joven, los maltratos comenzaron en el mes de noviembre del 2018 y progresivamente fueron incrementándose cada mes con mayor gravedad y mayor sometimiento por parte de la víctima.
Durante el noviazgo el joven también le prohibía usar determinado tipo de vestimenta, salir con su madre y le pedía constantemente que le enviara fotos de lo que estaba haciendo.
La denuncia formal por las lesiones y amenazas fueron realizadas por su madre luego de ver en reiteradas ocasiones moretones en los brazos y piernas de su hija. Además, tras revisar su teléfono móvil, pudo tomar conocimiento de la situación de violencia género y sometimiento de la adolescente y decidió, junto a la misma, iniciar las acciones legales.