El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido un informe que señala que, en el centro y norte de Argentina, se espera una primavera con temperaturas por encima del promedio y precipitaciones menores a lo habitual. La estación, que comenzó oficialmente el 1 de septiembre, se presenta con características climáticas atípicas en varias regiones del país.
De acuerdo con el informe trimestral del SMN, el fenómeno Enos (El Niño-Oscilación del Sur) permanecerá en una fase neutral durante los meses de septiembre, octubre y noviembre. Esto implica que, aunque no se prevé la influencia directa de El Niño o La Niña, los patrones locales de clima podrían generar variaciones significativas en algunas áreas.
En este contexto, expertos detallaron que el pronóstico para el centro y norte del país anticipa una prevalencia de temperaturas superiores a las habituales y una notable disminución de lluvias. “Estas condiciones están vinculadas al predominio de altas presiones en el norte, lo que favorece días con menos nubosidad, vientos del norte y un ambiente más seco”, comentó Fernández.
Calor en aumento
El informe resalta que las temperaturas medias durante esta primavera serán más altas que lo normal en gran parte del centro y norte de Argentina. En regiones como el Noroeste, las probabilidades de condiciones de calor extremo son especialmente altas, lo que agrava la situación en una zona que ya enfrenta temperaturas elevadas en esta época del año.
Las provincias más afectadas por el aumento de temperaturas incluyen Buenos Aires, La Pampa, Mendoza, San Juan, San Luis, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santiago del Estero, Chaco y Formosa. En provincias del Noroeste, como La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy, se espera un incremento térmico aún más marcado.
En cuanto a la región patagónica, se prevé una mayor variabilidad. Mientras que el oeste de la Patagonia podría experimentar temperaturas normales o ligeramente superiores, el este y el sur de la región mantendrán parámetros más estables, cercanos a la media histórica.
Este panorama sugiere una primavera fuera de lo común, siguiendo la tendencia de fenómenos climáticos atípicos que marcaron el invierno pasado, cuando se registraron temperaturas inusualmente frías en mayo. Las próximas semanas serán clave para monitorear cómo estas condiciones afectarán a las diferentes provincias.