Se trata de una iniciativa de un grupo de profesionales del hospital “San Francisco de Asís” y se puso en marcha con el apoyo del Ministerio de Salud Pública de la Provincia hace dos años. Tiene por fin brindar una posibilidad de trabajo a los usuarios del servicio de salud mental. Actualmente, emplea a 20 personas.
Hace dos años, el hospital de Salud Mental “San Francisco de Asís”, dependiente del Ministerio de Salud Pública de la Provincia, trabaja en proyectos sociolaborales inclusivos para que los usuarios de este centro tengan la posibilidad de insertarse en el mundo del trabajo. Se trata de los bares “Bibliobar” y “Checafé”, los cuales emplean a 20 personas que desempeñan su tarea en la recepción, cocina y atención de clientes. Los acompañan psicólogas, trabajadoras sociales y operadores de psicología social.
La licenciada en Psicología Mariana Repetto, responsable del programa, explicó que el propósito de la iniciativa es que “los usuarios del hospital -que han pasado el momento de crisis y se encuentran estables- puedan iniciarse laboralmente”.
“El trabajo es el ordenador de la vida adulta, el ordenador de los tiempos de diversión, de vinculación, de desarrollo de las potencialidades de una persona. Pero la mayoría de los usuarios del hospital no tiene acceso a ese regulador entonces quedan capturados en sistemas donde siempre son enfermos y nunca pueden desplegarse en una posibilidad de salud”, explicó la profesional.
Con esa idea, se puso en marcha “Bibliobar”. La iniciativa surgió del personal del hospital San Francisco de Asís y fue impulsada por el Ministerio de Salud Pública a través de la Dirección General de Administración, con la disposición de los recursos humanos necesarios para su implementación. Desde entonces, el servicio funciona como una cafetería en el primer piso del Centro Cultural de la UNNE (9 de Julio y Córdoba), por la mañana y por la tarde.
Luego, y con el mismo objetivo, se creó “Checafé”, que abre sus puertas en horario vespertino en el patio de “Oruga”, un espacio de coworking ubicado en Buenos Aires 678.
Son emprendimientos autogestivos que cuentan con técnicos operadores en psicología social que guían y ayudan a organizar la tarea diaria. El equipo técnico está integrado por profesionales del hospital de Salud Mental; y los trabajadores forman parte de Promover, un programa que ofrece acompañamiento a personas con discapacidad en el desarrollo de su proyecto ocupacional para insertarse en empleos de calidad.
“Queremos que nuestro sistema de salud pública sea inclusivo en todo sentido. Y este proyecto del hospital de Salud Mental es una herramienta valiosa que queremos promover y sostener en el tiempo, ya que no sólo brinda una posibilidad laboral, sino que saca a la luz una perspectiva productiva que nos permite valorar el aporte de estos trabajadores”, sostuvo el contador Francisco Fernández, director general de Administración.
“La mayoría de los que participan en este programa tiene certificado de discapacidad por lo que es un sector que siempre tiene vedada esa posibilidad de trabajar ya que los trabajos a veces tienen un nivel de exigencia que es bastante desconsiderado respecto de lo que ellos pueden”, agregó Repetto; por eso, la creación de estos emprendimientos sociolaborales son un marco y una posibilidad para ofrecer “ese regulador de la vida adulta que tiene que ver con un trabajo que permite vínculos, circulación, que permite una obligación, ciertas pautas que aportan al desarrollo de una persona”.
Paula Sanabria, licenciada en Trabajo Social e integrante del equipo técnico del hospital de Salud Mental, detalló que estos programas, si bien no son un abordaje terapéutico directo, tienen efectos que sí lo son “porque tener un trabajo les permite sentirse útil, sentir que pueden aportar algo, tener responsabilidad”.
El personal de ambos emprendimientos participa con frecuencia de capacitaciones sobre atención al cliente, bromatología y otros vinculados a la tarea que realizan. Los clientes que visitan estos espacios pueden disfrutar de una carta inclusiva en su totalidad, destinada al público en general, veganos, no videntes; y de una cálida atención.
“Necesitamos que la gente nos acompañe con estos emprendimientos, que se acerquen a disfrutar de un libro, un café, un licuado”, dijo Sanabria, y aclaró, “quienes vienen deben tener presente que los tiempos de estos trabajadores a veces son diferentes”. “La lógica que intentamos imprimir a estos emprendimientos es la de la consideración por el otro”, concluyó Repetto.