Bella Vista recordó a los chamameceros caídos a las aguas del río Paraná en septiembre de 1989 durante una gira de la llamada Embajada Cultural que por aquellos años buscaba concretar un viaje a Niza y a otras ciudades de Europa. La comuna local desarrolló un amplio programa que comenzó el 5 de septiembre y culminó el viernes 8 con una emotiva velada artística.
La cartera cultural bellavistense llevó adelante un extenso programa de homenaje a los chamameceros accidentados en la tarde del 8 de septiembre de 1989; hecho conocido como: la tragedia de los músicos desaparecidos. Así lo recuerda la capital naranjera en tanto cada año los recuerdos remueven sentimientos y anécdotas relacionadas con la pérdida hace 34 años de Zitto Segovia, los hermanos Sheridan, “Yacaré” Aguirre y otros cultores de creciente trayectoria.
Desde el miércoles y hasta el jueves se dieron proyecciones abiertas de audiovisuales en la Casa de la Cultura donde se destacó el documental 8-9-89 de Marcel Czombos. El viernes 8 por la mañana se llevó a cabo una importante jornada con la presencia de las autoridades de la Fundación Memorias del Chamamé donde se trabajó la figura biográfica del bellavistense, Pedro Mendoza.
En horas del mediodía las autoridades locales junto a un nutrido grupo de bailarines y músicos allegados se dirigieron a la costa del Paraná donde ocurriera el accidente y allí se desarrollaron una serie de actos con la presencia especial de alumnos del nivel secundario que entonaron estrofas de canciones clásicas de los malogrados autores e intérpretes de la “trova chamamecera”. Este momento contó con la presencia de Oscar Cacho Espíndola quien sumó su emoción al arrojo de flores al río.
Por la noche el homenaje se concentró en la sede cultural para disfrutar de las actuaciones del Ballet Folclórico y la Orquesta Folclórica Municipal y el Ballet “7 Lagunas de Saladas” dirigido por el profesor Joaquín Sheridan, con un cierre a puro chamamé con la actuación del grupo liderado por el Zurdo Villordo “Renaciendo”. La velada alcanzó un clima memorable poniendo en relieve el sentimiento vigente en los amigos y vecinos que mantienen vivo el recuerdo y el reconocimiento a los chamameceros desaparecidos.