Miles de familias llegan a los diferentes barrios para disfrutar de la magia y el color que regala cada noche de corso. Diversión y alegría que también se vive en la pista de baile, donde padres e hijos participan como comparseros apasionados en esta celebración popular que caracteriza a la Capital correntina.
En cada edición, los Carnavales Barriales organizados por la Municipalidad de Corrientes demuestran un crecimiento tanto en la calidad de la presentación de cada una de las comparsas y agrupaciones, como así también de los adeptos que se acercan a disfrutar de esta celebración. Una fiesta de todos que cada año invita a vecinos y turistas a sumergirse en un clima de alegría y diversión que, en muchos casos, se vive en familia.
Cada noche de desfile en el corsódromo itinerante, familias enteras llegan con sus silletas a cuestas en busca del mejor lugar posible para aplaudir y bailar al ritmo de las comparsas. Se suman a las muchas otras que trabajan en pos de esta fiesta popular, con padres e hijos compartiendo la experiencia inolvidable de ser comparseros.
Sobre esta edición 2023 de Momo por los barrios, el secretario de Cultura y Educación, José Sand, señaló que “arrancamos estos carnavales con muchas expectativas y casi en su cierre tenemos un resultado altamente positivo, no sólo porque volvió a los barrios, sino que hemos trabajado para un carnaval para toda la familia”, enfatizó.
“Además es un espacio en el que grupos de amigos vienen a disfrutar de este carnaval tan popular y que es de la gente. Para el Municipio es una celebración importante porque es una de las actividades más grandes a cielo abierto que contamos en la ciudad y nos da mucho orgullo poder llevarlo adelante junto a las familias de los comparseros; y ellos mismos trabajando en conjunto con sus delegados para que esta fiesta sea posible”, resaltó el funcionario.
Para Sand, los corsos han generado “un ambiente familiar en los barrios, de mucha alegría y diversión y es la consecuencia del trabajo que venimos realizando todo el año, con el apoyo del Gobierno de la Provincia y todas las áreas de la Municipalidad, sosteniendo esta gran fiesta popular y generando oportunidades para muchas personas que trabajan en los barrios”, concluyó.
FAMILIAS COMPARSERAS
“Es un sentimiento”, “una pasión”, “por amor a mi comparsa”, son algunas de las expresiones de los comparseros consultados sobre los motivos que los impulsa a formar parte de alguna de las agrupaciones que integran los Carnavales Barriales. Eso sí, su participación tiene un condimento especial porque muchos lo hacen acompañados por alguno -o todos- de los integrantes de su familia.
Amalia Fernández integra la comparsa Aramú, del barrio Bañado Norte. “Toda la familia trabaja para el carnaval; es una alegría enorme poder entrar con mis hijas: una va en una carroza, la otra bailando en la pista; por fin volvieron los corsos a los barrios para poder mostrarle a la gente lo que es Aramú y por la que todo el año trabajamos”, dijo la vecina.
Las hermanas Ortíz, Lorena y Yanina, es el segundo año que integran la agrupación humorística Las Traviesas, del barrio Patono. “Es una alegría enorme poder compartir esto en familia, estamos muy emocionadas y le invitamos a los vecinos que vengan a disfrutar”, expresaron.
Con más de 10 años de trayectoria carnavalera en diferentes agrupaciones, para Claudio este es el primer año de desfile en Mitá Porá del barrio Río Paraná. Junto a su esposa Camila y sus cuatro hijas Francesca, Alma, Aylín y Vida, contagian su alegría en cada noche de corso.
Para él, esta celebración “es un espacio para que muchos vengan a divertirse, una oportunidad de formar parte de una comparsa barrial con trajes más económicos, ya que muchos somos de bajos recursos y no tenemos la posibilidad de participar del carnaval oficial”.
“El carnaval es parte de nuestras vidas, toda la familia forma parte, esposa, hijos, nueras”, enumeró sonriente Ariel Benítez, uno de los fundadores de Samba Pasión del barrio Nuevo.
Destacó el acompañamiento de los vecinos y de las familias para la creación de esta agrupación carnestolenda que cuenta con 4 años y se sostuvo “vendiendo arroz con pollo y haciendo diferentes beneficios para salir adelante. Desde junio no dormimos pensando en los carnavales, qué tema vamos a elegir, los diseños. Para los chicos los ensayos son un incentivo, buscamos que estén motivados para componer, tocar un tambor, bailar y no estén pensando en cosas malas”, destacó, sobre la importancia que cumple la agrupación en el acompañamiento a los chicos del barrio.