Como parte de la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información, ACIJ elaboró el informe “Libertad de expresión en línea. Desafíos, oportunidades y tendencias en América Latina” que analiza los principales desafíos a partir de tres fenómenos: la vigilancia masiva, la moderación privada de contenidos y los fenómenos de desinformación y discursos de odio. El informe se presentó recientemente en El Salvador, junto al Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Pedro Vaca.
El informe elaborado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) busca contribuir a un campo de estudio en crecimiento en Latinoamérica, así como un insumo de y para el activismo en la región. La metodología desarrollada permitió conocer, a través del trabajo y la voz de organizaciones de la sociedad civil de 15 países de la región dedicadas a la investigación y la incidencia, el estado de situación de algunos de los desafíos principales para la libertad de expresión en línea. Sus conclusiones advierten claramente que la agenda de la libertad de expresión tiene en los discursos en línea y en la deliberación pública en Internet un nuevo marco de tensiones.
El informe fue presentado el pasado 29 de julio en El Salvador junto al Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Pedro Vaca, y la periodista salvadoreña Herminia Funes. El video del evento se encuentra disponible en este link.
Entre los principales hallazgos de este trabajo se destaca que “la censura derivada de la vigilancia masiva no es un problema emergente en la región, sino que ya se encuentra consolidado y extendido”, una actividad en la que los Estados aumentaron de forma generalizada sus capacidades tecnológicas, lo que se ha convertido en una preocupación central para las organizaciones de la sociedad civil la región por la cantidad de casos identificados de censura o persecución de activistas, periodistas o personas disidentes.
Asimismo, el informe concluye que “la moderación privada de contenidos es un debate emergente con miras a profundizarse en los próximos años”. Las organizaciones de la Alianza identifican como un debate creciente el rol ejercido por las grandes plataformas de Internet (en un mercado que presenta una alta concentración), dado que la forma en la que moderan contenidos es a través de algoritmos que deciden qué publicaciones o expresiones se ajustan a sus pautas y cuáles no, interviniendo así en las temáticas y tono de la conversación pública –entre otras consecuencias-. Por esta razón, los criterios y la transparencia de las políticas de contenido de las redes sociales y otras plataformas de expresión, así como de los algoritmos que las aplican, se han convertido en una preocupación prioritaria de numerosos y numerosas activistas.
Por último, el relevamiento realizado para el informe aborda las tensiones existentes entre libertad de expresión en línea, desinformación y discursos de odio, en tanto fenómenos extendidos y objeto de debate público generalizado en la mayor parte de la región. Se identificaron numerosos casos en la que estos discursos fueron impulsados tanto de parte de actores públicos y privados como formas de condicionar el debate público o de limitar la participación de terceras personas, en particular de grupos vulnerabilizados; al mismo tiempo que se observa con preocupación la frecuencia creciente con la que se identifican casos en los que los Estado intervinieron para limitar expresiones en línea bajo el argumento de que constituían este tipo de prácticas.