En Argentina el diagnóstico de brucelosis en búfalos se realiza con pruebas serológicas que han sido estandarizadas para su uso en bovinos, por lo cual una investigación de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE evaluó la performance de las distintas técnicas utilizadas en la especie bubalina. Se concluyó que la mayoría de las pruebas resultan útiles para búfalos, pero se requiere adaptar el “punto de corte” que determina entre caso positivo o negativo.
La brucelosis es una enfermedad infecciosa zoonótica causada por una bacteria del género Brucella que produce abortos en animales domésticos y salvajes y una grave enfermedad en humanos.
En Argentina existe un Plan Nacional para el Control y Erradicación de Brucelosis, orientado hacia los animales de producción, entre ellos bovinos y bubalinos.
En el caso del búfalo, una producción primaria en crecimiento en el país y concentrada en el nordeste, la estrategia de control de la brucelosis se realiza mediante técnicas reglamentadas para ambas especies, pero actualmente estandarizadas para los bovinos.
De acuerdo con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), las pruebas serológicas deben ser validadas para cada especie animal antes de su implementación en una nueva región, lo que motivó a los investigadores de la UNNE a evaluar el desempeño de las principales técnicas de diagnósticos de brucelosis utilizadas en búfalos y bovinos del país.
Específicamente se realizaron evaluaciones de las técnicas “FPA” (Polarización Fluorescente); “C-Elisa” (o Elisa de Competición); “Elisa indirecta A/G” (que reconoce anticuerpos de cualquier especie) y “Elisa indirecta M23” (que reconoce sólo anticuerpos de bovinos).
El desempeño de las técnicas mencionadas fue evaluado mediante la comparación con la “Prueba de Fijación de Complemento” (CFT) que es la referencia internacional.
Los ensayos se hicieron en muestras de 862 búfalos provenientes de las provincias de Corrientes y Formosa.
La investigación formó parte de la Tesis Doctoral de la médica veterinaria Diana Elina Martínez y contó con el apoyo de la Dra. María Fabiana Cipolini Galarza, ambas docentes e investigadoras de la Cátedra “Enfermedades Infecciosas” de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE.
Resultados
De acuerdo a lo observado en el estudio, se registraron diferencias en la performance entre las distintas técnicas analizadas.
En orden de eficacia, la técnica “Elisa indirecta A/G” logró el mejor desempeño, seguida de “FPA” y “Elisa de Competición”.
En tanto, la prueba “Elisa indirecta M23” (que reconoce sólo anticuerpos de bovinos), registró resultados pocos satisfactorios para el diagnóstico de la brucelosis en búfalos.
“Las técnicas I-ELISA A/G, FPA y C-ELISA podrían ser útiles para el diagnóstico de brucelosis en búfalos en el NEA” se destaca en las conclusiones del estudio.
Pero se aclara que, para todas las técnicas, se requiere ajustar el punto de corte (la unidad de valor que marca el límite entre caso negativo y positivo) debido a que el mismo resulta diferente en búfalos con respecto del que se usa en bovinos.
“El uso de los puntos de corte adecuados garantizaría el mejor desempeño de las pruebas en el contexto de los programas de control y erradicación de la brucelosis” sostienen.
Las doctoras Diana Elina Martínez y María Fabiana Cipolini Galarza destacaron la relevancia del estudio realizado, pues ninguna de las pruebas serológicas disponibles en Argentina para el diagnóstico de brucelosis en bovinos han sido estandarizadas aún para su uso en búfalos.
En ese sentido, el objetivo del grupo de investigación de la Cátedra “Enfermedades Infecciosas” (VET-UNNE), es trabajar para aportar información, en conjunto con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) para avanzar hacia la implementación de la adecuación del uso de las técnicas diagnósticas en los búfalos.
Relevancia de investigaciones
Las investigadoras de VET- UNNE señalaron que es habitual que al búfalo se lo considere como una especie “espejo” del bovino, lo que genera que se asimilen aspectos sanitarios, productivos, reproductivos y de manejo entre ambas especies, cuando en realidad son diferentes.
Por eso, desde la Facultad de Ciencias Veterinarias, con diferentes proyectos se busca demostrar que, en diversos aspectos, el búfalo se comporta de manera distinta al bovino, como en el caso de las enfermedades.
Al respecto, se destacó la consolidación dentro de la Facultad de las líneas de investigación que hace más de dos décadas vienen trabajando con actividad bubalina, y que motorizó la reciente creación del grupo “BUFALUNNE” que está constituido por cátedras vinculadas a la investigación y transferencia de tecnologías de la producción de búfalos.
La población de búfalos en Argentina, según datos oficiales del SENASA al 2020, supera las 147 mil cabezas de ganado y existen 1.193 productores bubalinos.
Los búfalos se crían en diecinueve de las veintitrés provincias, con el 80% del stock concentrado en la región argentina del nordeste (NEA), donde los rodeos de bovinos y búfalos habitualmente conviven en los mismos establecimientos.
Justamente, el crecimiento de la producción de búfalos en el país es un elemento a considerar para poder establecer pautas específicas para esta especie, en especial en un aspecto de gran relevancia como el sanitario.
“Esperamos poder aportar para que se estandaricen las técnicas de brucelosis para adaptar y mejorar su uso en búfalos” concluyeron las doctoras Diana Elina Martínez y María Fabiana Cipolini Galarza.