La causa que investiga la muerte del joven correntino de 18 años vuelve a foja cero. El lunes 11 de agosto, cuando debía declarar el último testigo, el Tribunal Oral Penal N° 1 resolvió reiniciar el debate tras constatar que la suspensión de audiencias excedió el límite legal de 10 días.
El juicio tiene como imputados a seis efectivos del Grupo de Intervenciones Rápidas (GIR), acusados por abandono de persona agravado por el resultado muerte, severidades e incumplimiento de deberes de funcionario público.
La decisión judicial
La medida fue tomada luego de que la presidenta del Tribunal, doctora Ana del Carmen Figueredo, presentara una nueva licencia médica de 10 días. Ante la imposibilidad de continuar, y con la última audiencia realizada el 29 de julio, se aplicó lo dispuesto en el artículo 391 del antiguo Código Procesal Penal, que obliga a reiniciar el debate si la suspensión supera los 10 días.
Por medio del Auto N° 82, los vocales Darío Alejandro Ortiz y Román Facundo Esquivel resolvieron reiniciar el proceso. El planteo fue impulsado por el querellante Hermindo González, con la adhesión del fiscal Lértora y una de las defensas. Las otras dos defensas habían solicitado continuar, pero no hubo acuerdo para incorporar la prueba pendiente.
El Tribunal anunció que la nueva fecha de inicio será fijada oportunamente.
Los hechos
La madrugada del 8 de noviembre de 2021, Lautaro Rosé y un amigo estaban en la costanera correntina cuando fueron perseguidos por patrulleros del GIR tras incidentes ocurridos en Costanera y Edison, y luego en avenida 3 de Abril, debajo del puente General Belgrano.
Según la investigación, los móviles policiales realizaron un giro en U y comenzaron a perseguir al grupo donde estaba Lautaro, que corrió hacia la orilla del río. Al llegar a la zona del club Boca Unidos, las opciones eran enfrentarse con los policías o lanzarse al agua.
Testimonios e imágenes revelan que el joven se habría quitado las zapatillas antes de ingresar al río. Su calzado fue hallado por su hermano sobre las rocas. En el lugar se secuestraron cartuchos percutidos de escopeta, balas de goma y un proyectil calibre 38.
El amigo que lo acompañaba logró salir del agua, pero denunció que fue golpeado a patadas en piernas y tórax antes de ser esposado, sin registro de detención. Lautaro, en cambio, quedó en el agua pidiendo auxilio. Según la acusación, esos pedidos fueron ignorados por los policías, que estaban en el lugar.