Con operativos conjuntos entre el Ministerio de Salud Pública y la Facultad de Medicina de la UNNE, Corrientes refuerza la vigilancia de una enfermedad silenciosa pero peligrosa: la Leishmaniasis. En una tarea de campo articulada, equipos técnicos comenzaron a recorrer casas, colocar trampas de luz para insectos vectores y revisar tanto a animales como a personas con síntomas compatibles con esta patología.
“Estamos trabajando con la Facultad de Medicina en un abordaje territorial que incluye investigación, transferencia de conocimientos y control sanitario. Buscamos identificar focos de criaderos y frenar la propagación del vector”, explicó Angelina Bobadilla, directora general de Epidemiología del Ministerio.
La enfermedad, transmitida por la picadura de insectos flebótomos, está vinculada a zonas tropicales y subtropicales, como la región nordeste del país. En Corrientes, preocupa su avance silencioso, especialmente en áreas con vegetación frondosa, presencia de mascotas sin control veterinario o acumulación de residuos.
Los operativos comenzaron en el barrio Sur, donde los equipos del Centro Nacional de Parasitología y Enfermedades Tropicales (CENPETROP) instalaron trampas de luz diseñadas para capturar a los flebótomos. Estos insectos son analizados para determinar la especie y su nivel de dispersión en la zona urbana.

Desde Salud Pública, además, se realiza un monitoreo integral en cada vivienda: se examina a perros y gatos por si presentan lesiones o signos de Leishmaniasis, y también se chequea a los habitantes del hogar. “La forma cutánea genera úlceras en la piel. Detectarlas a tiempo permite un tratamiento adecuado y evita complicaciones”, subrayó Bobadilla.
La Leishmaniasis cutánea es una enfermedad parasitaria que puede afectar tanto la piel como las mucosas, dejando secuelas si no es tratada a tiempo. Las lesiones suelen comenzar en el lugar de la picadura, pero pueden expandirse si no hay intervención médica oportuna.
El trabajo conjunto con la UNNE forma parte de un convenio estratégico firmado recientemente para reforzar la capacidad operativa del Estado frente a enfermedades vectoriales. Esta sinergia entre ciencia y salud pública busca no solo contener brotes, sino también generar información científica y territorial que permita prevenir futuros focos.
Desde el Ministerio remarcaron la importancia de la colaboración de la comunidad. “La prevención comienza en casa: evitar la acumulación de basura, cuidar los espacios verdes y llevar a las mascotas al veterinario ante cualquier herida sospechosa”, recordaron.