La jornada fue articulada entre las secretarías de Desarrollo Económico y de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Municipalidad. Los vecinos que participaron de los talleres adquirieron conocimientos y semillas para poder desarrollar su propia huerta.
La Municipalidad de Corrientes cerró este miércoles un nuevo ciclo de capacitaciones del programa Ñande Huerta con una práctica y recorrido por el vivero ubicado en el barrio Esperanza. De los talleres participaron vecinos que adquirieron conocimientos y semillas para poder desarrollar su propia huerta.
La actividad, que tiene el objetivo de fortalecer la agricultura familiar, fue coordinada por los secretarios de Desarrollo Económico, Francisco Ingaramo; y de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Ignacio Maldonado Yonna, entre otros funcionarios.
“Estamos cerrando el ciclo de capacitaciones de Ñande Huerta, con la participación de una importante cantidad de vecinos, lo que refleja la importancia de este programa”, afirmó Ingaramo, quien destacó que que en esta oportunidad “se pudo realizar en el Vivero, un espacio para que también hagan las prácticas todos los que estuvieran haciendo el curso”.
El funcionario sostuvo que se trató de “un curso que brinda herramientas que tienen que ver con la agroecología, el cuidado del ambiente, generación de su propia huerta y la creación de plantines ornamentales, lo que permite también una oportunidad laboral para que generen sus propios emprendimientos”
Por otra parte, el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Ignacio Maldonado Yonna, sostuvo que los vecinos “pudieron recorrer el vivero que es un espacio que tiene como una de sus funciones, la de embellecer la ciudad, con la producción de todos los plantines y los árboles que después terminan en los diferentes espacios públicos y en las veredas”.
Ñande Huerta
La Municipalidad de Corrientes, a través del programa Ñande Huerta, busca promover y fortalecer alternativas a la producción convencional, considerando los aspectos ambientales, sociales y económicos de los procesos productivos centrando la acción en las áreas urbanas y periurbanas.
De esta manera, se estimula la generación de emprendimientos sociales de producción y elaboración de alimentos mediante técnicas agroecológicas, destinados al consumo familiar, comunitario y al mercado.