Desde su provincia, Misiones, el reconocido acordeonista y compositor chamamecero, Chango Spasiuk, detiene un momento sus ensayos y comparte sus expectativas en los días previos para una nueva presentación en la Fiesta Nacional del Chamamé, la 33° edición, 19° del MERCOSUR y 3° Celebración Mundial. Es que el martes 16 de enero, como es costumbre, estará pisando el escenario “Osvaldo Sosa Cordero” con su arte. Al respecto, revela: “Cada año pienso qué puedo aportar, llevar o compartir” al gran evento de los correntinos.
Expresa que para él “es importante estar en la Fiesta del Chamamé” y si bien ya son varias ediciones que se cuenta con la participación del artista misionero, “no es algo que lo viva de una manera tranquilo, porque no lo doy por sentado” agrega.
Aclara que “no solamente que me tomo en serio ir a la Fiesta del Chamamé, sino que me tomo en serio hacer mi trabajo como músico, como artista, entonces siempre hay algo de uno que está con mucha expectativa, concentración y enfoque, y, por otro lado, con mucha celebración, porque es lindo formar parte de un espacio en el cual siento que pertenezco, porque nací en esa tradición”.
Junto al artista paraguayo, Sixto Corbalán
Además, “cada año que voy pienso qué puedo aportar, llevar o compartir en la Fiesta, así que siempre estoy pensando en algún detalle nuevo”, insistió Horacio Eugenio Spasiuk, conocido popularmente como “Chango Spasiuk”.
Adelantó así, que en esta oportunidad lo acompañará Sixto Corbalán, compositor e intérprete del arpa paraguaya, “uno de los artistas más grandes del Paraguay, que formó parte de mi disco ´Éiké´, que lo grabe en el 2023 y que luego lo presentamos en un montón de ciudades del país”. Así que expresó: “Está lindo que pueda venir desde Asunción y formar parte del set que vamos a compartir con la gente, no solo para tocar una canción de ´Eiké´, sino también para poder hacer música juntos, ya que es un gran instrumentista”.
Spasiuk expresó, por otra parte: “Siento que es importante que propuestas como las mías, que no son tan tradicionales o que no tiene un sonido tan convencional en algunas de sus composiciones, que también formen parte de ese espacio, porque de alguna manera el chamamé es una música viva y en constante expansión”. Entonces, sostiene que tiene sentido que su propuesta “esté dentro de ese marco, y lo asumo con mucha responsabilidad”.
En lo que respecta a una conceptualización del chamamé, dijo que “no es tan fácil de describir qué es para uno, porque se puede decir un montón de palabras, pero evidentemente algo es, porque hace 45 años que toco el acordeón y es la tradición en la que nací, con la cual me expreso, entonces algo hay ahí”.
Reconoció que la provincia de Corrientes “es la raíz de un enorme árbol, pero para nosotros que somos provincianos, en mi caso, nacido en Misiones, cuando escucho chamamé no estoy pensando en que estoy escuchando la música de Corrientes”. Señaló que para “los que escuchamos chamamé, es un mundo sonoro de toda la región: son los Cardozo en el Chaco, es Blasito Martínez Riera en Misiones o María Ofelia, es todo lo que hay en Corrientes, pero es también lo que hay en el conurbano bonaerense, que es una región enorme con artistas de diferentes edades y de diferentes momentos, así los que amamos el chamamé, amamos eso”.
En esta línea citó al poeta misionero, de Concepción de la Sierra, Felix Chávez, que dice: “Es mi canción de cuna y sol de mi vejez”. A lo que el acordeonista agregó para describir lo que es para él este género: “Cuando nací, antes de ir a la escuela, el chamamé sonaba en la radio arriba de la heladera, en la carpintería de mi padre, así que eso está desde antes que empezara a tocar el acordeón y aunque hoy viajo mucho por el mundo y me relaciono con un montón de música, el chamamé es otra cosa, es algo mucho más profundo, anímico y emocional, está ahí, adentro, como dice Antonio Tarragó Ros, atesorado en el corazón de las personas que aman esa tradición, por ende el chamamé es de los chamameceros y los chamameceros somos los que guardamos ese tesoro en nuestro corazón”.