En el marco del relevamiento que viene realizando el Gobierno de Corrientes de manera conjunta con el INTA, se estableció que, si bien continuamos con una sequía prolongada y con incendios en distintas zonas de la provincia, en lo que va del 2023 se ha quemado el 1,13% de la cobertura provincial, es decir, 10 veces menos que en el 2022.
Los trabajos de prevención, concientización y las acciones establecidas por el Gobierno de la Provincia lograron que, durante la época estival, con peores condiciones ambientales la superficie afectada por el fuego sea menor que el año anterior.
El informe sobre las estimaciones de los efectos de la sequía hasta el 20 de febrero de este año, establece que se han quemado 100.566 hectáreas (1,13%) de la cobertura provincial.
El 91% de la superficie identificada corresponde a esteros, bañados y malezales con 90.161 ha. El departamento que registró la mayor superficie quemada fue Ituzaingó, seguido de Concepción, mientras que el menos afectado fue Lavalle con solo 11 ha (Figura 1).
Algunos datos, en los esteros del Iberá la superficie quemada llegó hasta la fecha de este informe, a 43.063 ha. Por otro lado, solo el 2% de los pastizales sufrieron quemas.
Otro dato curioso, en 2023 se detectaron 34.924 ha (35% del total) que ya se habían quemado en el año 2022.
Respecto a la presencia de agua superficial
La clasificación con imágenes satelitales de febrero de 2023, arrojaron valores de apenas 467.721 ha, es decir un 5,2% de la superficie provincial. La constante contracción de los cuerpos de agua superficiales se verificó en humedales naturales y artificiales (Figura 2), evidencias de que las escasas precipitaciones no han aportado a recuperarlos.