Buscaba información sobre sus padres, de quienes se había distanciado, y se encontró con una sorpresa: diarios de todo el mundo difundían su muerte.
Alicia Rowe es terapeuta, tiene 39 años y vive en Austin, Estados Unidos. En noviembre pasado, decidió abrir su computadora y buscar información en internet sobre sus padres, de quienes se distanció hace unos seis años. En ese impulso de curiosidad, Rowe se encontró con un artículo publicado en el Daily Mail de Inglaterra, donde mencionaban un conflicto de sus padres con la comunidad de propietarios de una vivienda en las afueras de Houston.
La terapeuta se enteró de que la asociación demandaba a sus padres, George y Kathleen Rowe. Al principio lo que más le sorprendió fue la razón de la demanda: la asociación quería la orden de un juez para que la pareja dejara de alimentar a los patos fuera de su casa en Cypress, Texas, además de hipotecar la propiedad en caso de que no lo hagan.
La noticia se difundía por medios de comunicación de todo el mundo. La mayoría, si no todos, contaban lo mismo: los Rowe se habían mudado a Lakeland Village hace una década, y Kathleen alimentaba a los patos como forma de sobrellevar la muerte de su hija.
“Al principio quedé atónita”, dijo Alicia a The Washington Post, tras leer que diferentes medios difundieron su muerte, entre los que estaba el mismísimo Post.
La demanda a los padres de Alicia
“La demanda más tonta que vi nunca”, fue la declaración de Richard Weaver, abogado de los padres de Alicia, al enterarse de que la Asociación de Vecinos de Lakeland Village había emprendido acciones legales contra la pareja, demandándolos en junio de 2022 ante el Tribunal del condado de Harris. El pedido era extraño, y el motivo aún más.
“La asociación solicita a un juez una orden judicial obligatoria permanente que exija a los demandados dejar de alimentar a cualquier animal silvestre” en el vecindario. Alimentar a los patos “va en contra del plan general y el esquema de Subdivisión” y ha causado “daño inminente y perjuicio irreparable al demandante”, afirmaba la demanda.
Luego de pedir al juez que desestimara la demanda, los padres y su abogado se contactaron con medios de comunicación para dar a conocer el conflicto. Es así que Kathleen, madre de Alicia, contó al Houston Chronicle que, tras perder a su hija, empezó a alimentar a los patos de afuera de su vivienda y que, a su parecer, los animales habían sido comprados en tiendas y luego abandonados por sus dueños.
“Nunca tuvieron una madre”, dijo Kathleen al Chronicle.
Semanas y meses posteriores a la presentación de la demanda y la difusión de los medios, el conflicto judicial se mantuvo discreto y fuera de la luz pública.
Cómo se enteró Alicia de su muerte
Mientras tanto, Alicia Rowe vivía a unos 120 kilómetros de distancia, en Austin, sin saber nada del conflicto de sus padres con la asociación ni de que, como consecuencia de ello, había sido declarada muerta en todo el mundo.
Sin saber qué hacer, Alicia decidió pedir un consejo a través de un posteo en Facebook. Con la ayuda de un amigo de esa red social pudo conseguir el contacto de R.A Schuetz, una de las periodistas que escribió el artículo donde difundieron su muerte. “Las dos estábamos muy confundidas”, dijo Alicia tras la conversación con la periodista.
Rápidamente, Schuetz se contactó con Kathleen para aclarar el malentendido. Ella le explicó que, cuando le dijo que había “perdido” a su hija, se refería a que se habían distanciado, no a que hubiera muerto.
Fue así que Schuetz revisó su entrevista con Kathleen y se dio cuenta de que siempre había expresado su dolor en términos de “perder” o haber “perdido” a su hija, sin decir explícitamente que había muerto o incluso “fallecido”, dijo la periodista.
Chronicle publicó rápidamente una actualización de su artículo del 8 de julio: “Esta historia fue corregida para reflejar que Kathleen y George Rowe están distanciados de su hija, que sigue viva”.
“El mensaje es que estoy viva”
Finalmente, Schuetz sugirió a Alicia que trabajaran juntas en una nueva historia y la terapeuta aceptó. Pensó que hablar sobre el dolor de estar separada de sus padres podría resonar en otras personas.
Tras la publicación del nuevo artículo, Alicia declaró que recibió comentarios positivos y que los lectores se identificaron con la historia. “Me ayudó a seguir adelante y a dar a conocer mi situación y mis experiencias”, afirmó, antes de dar a conocer la noticia más importante que quería compartir: “El mensaje es que estoy viva”.
Fuente: Bae