No hay que cambiar las cosas que están bien hechas. Ese es un principio en la vida. Si los jóvenes tomaron la decisión de resucitar el muerto que era el “azulgrana”, ¿para qué sacarlos? todavía pueden dar más.
¿Qué pasó? Ahora que la casa está en orden, que el inodoro está en el baño, la cama en el dormitorio y la cocina en su lugar, que el “cementerio” del barrio Berón de Astrada recobró vida con actividad durante gran parte del día, que viene de consagrarse campeón del torneo de la Liga Correntina de Fútbol hace unos pocos días, por qué pensar entonces en desplazar a estos jóvenes que tomaron este “hierro caliente” que nadie quería tomarlo, y que con sus virtudes y defectos, que en muchas ocasiones generaron cuestionamientos, son los que le dieron vida a una institución que hasta unos años atrás de lo único que se podía hablar era de su desmanejo y deudas.
Hoy estos jóvenes dirigentes que están al frente de Huracán Corrientes son los que pusieron la casa en orden, son Batman y Robin, que llevados por el amor al club le repusieron un respirador y se puede decir que hoy el “azulgrana” vive gracias a ellos.
Porque eran más los que esperaban su fracaso que su gloria, a tal punto que se podría decir que sólo ellos creían y creen que pueden llevar adelante lo que están haciendo.
Entonces, ¿por qué pensar que hay un plan para desplazarlos? cuando estos jóvenes estaban solicitando se le permita ya ser una comisión normalizadora para que en un plazo determinado llamen a elecciones y así se pueda elegir a una nueva comisión directiva.
Ya desde antes de la pandemia, pero sobre todo en el último año, la sociedad toda advierte (y valora positivamente) lo realizado por un grupo de exjugadores y socios del Club Atlético Huracán Corrientes, quienes luego del fracaso del poder judicial (y de las autoridades designadas por este, principalmente quienes estuvieron antes de la llegada de los jóvenes que decidieron ponerse el club al hombro y levantarlo) para recuperarlo del estado de quiebra en que fue declarado.
Fue así que este grupo de jóvenes logró la confianza de la juez María Alejandra Antúnez, quien los designó para que estén al frente de la entidad y en este período lograron poner en funcionamiento el club en diversas disciplinas deportivas, alcanzando incluso la clasificación (por haber sido campeones de la Liga Correntina de Fútbol) para volver a los torneos nacionales, remozar las instalaciones, lograr inversiones privadas con gran impacto en la infraestructura y los servicios a los socios (que se sumaron en forma masiva), sanear en gran parte las deudas que habían de agua, luz e impuestos, entre otras cosas, y lo más importante, colocarse frente a un inminente levantamiento de la quiebra. Y con ello poder regularizar la institución.
A la fecha, de acuerdo a los que nos dijeran fuentes cercanas al club, sólo queda pendiente obtener un plan de pagos de la AFIP y, con ello, la juez dará fin al proceso falencial.
Tales méritos recibieron en su momento el reconocimiento del secretario de Deportes de la Provincia, Jorge Terrile y del presidente de la Liga Correntina de Fútbol, Pablo Alonso, como también lo hicieron dirigentes de otros clubes que valoraron lo que han logrado estos jóvenes dirigentes.
No es posible olvidar que también durante los últimos años, Huracán sufrió los embates de dos intentos de “apropiación”, esta Comisión Directiva fue la que defendió el patrimonio del club, rechazando una oferta irrisoria para quedarse con las instalaciones de la institución “azulgrana”. En esa oportunidad, el intento fue abortado a través de la defensa jurídica en el expediente y el reclamo ofuscado de jugadores, socios, vecinos, hinchas y simpatizantes que denostaron el intento de arrebatarles su casa.
“Hicimos todos los deberes, cumplimos al pie de la letra con todo lo que la juez nos solicitó”, nos decía uno de los integrantes de la comisión que está al frente del club, para agregar que “todo se logró con los recursos económicos que conseguimos de distintos sponsors, fue así como logramos ir levantando los muchos muertos que habían. Todo a pulmón, nunca recibimos subsidio alguno, ni quitas en algo de lo mucho que se debía, lo que no podíamos pagar de contado pedíamos financiación y así fuimos cumpliendo. El club estuvo a disposición de la provincia cuando los incendios de principio de año atacaron distintos puntos de nuestro territorio. En el Huracán se organizó un festival para recaudar fondos para colaborar con los bomberos, y abrimos nuestras puertas de corazón, porque consideramos que era nuestra forma de colaborar en un momento tan difícil”, nos dijo el dirigente.
Esta visto y a la vista, “Batman y Robin” hicieron los deberes, cumplieron con lo que pidieron y por ello hoy no cabe ni puede aparecer como una alternativa viable la idea o un plan para desplazarlos.
Los pasos a seguir deben ser los legales, si tienen que pasar estos jóvenes a ser una comisión normalizadora, tal como lo tiene Mandiyú hoy, para mañana hacer un llamado a elecciones, que así sea. No se puede ahora, después de que hubo alguien que puso la casa en orden, llamar a otro para que venga a vivir.
Diario Época