Un Presidente activo, dinámico, en el centro de la escena y enfocado en la gestión es la imagen con la que Alberto Fernández buscará dejar atrás un escándalo que detonó once días atrás cuando se hizo pública la foto de la celebración del cumpleaños de su pareja, Fabiola Yañez. Pero esto solo no alcanza: también deberá salir de lo que fue su búnker de gestión durante la pandemia y que hoy se convirtió en un emblema de la irresponsabilidad y ruptura de la cuarentena. La Quinta de Olivos quedará cerrada hasta nuevo aviso para las actividades oficiales y el Presidente se prepara para aparecer en escenarios que lo mantengan lo más alejado posible de la polémica.
La sola mención a la Quinta de Olivos remite al escándalo. Allí el Presidente participó del cumpleaños de Yañez junto a nueve invitados, una imagen que aunque lo acompañará durante el resto de su gestión buscará dejar atrás. Las visitas al interior, la agenda en Rosada y actividades en el Conurbano serán claves para alejarse de la residencia oficial.
El lunes viajará a San Juan, el miércoles a Catamarca y el viernes a La Pampa. Fernández siempre se sintió cómodo en el interior del país y allí los gobernadores oficialistas aseguran que la foto no tuvo el impacto que causó en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. “En las recorridas de esta semana nadie me preguntó por la foto”, dijo un primer candidato a diputado de una de las provincias más importantes en una conversación con un ministro nacional.
Un consultor explica que no se dañó tanto al Frente de Todos como al propio Alberto Fernández. “Ésta fue toda de él, no le puede echar la culpa a nadie y depende de él que quiera recuperarse”, dicen en plena intimidad presidencial. Los dirigentes más cercanos al jefe de Estado esperan que esta vez, Fernández lo entienda. Desde el jueves 12 de agosto que se hizo pública la foto a través del canal LN+, Fernández decidió mantener su agenda sin modificaciones. “No lo escondemos ni lo mandamos a Suiza”, dice uno de los funcionarios cercanos al Presidente. Pero no habrá más reuniones en Olivos ni fotos de gestión como las que predominaron durante la pandemia. Los días que no tiene agenda en el interior mezclará actividades en la Casa Rosada con recorridas de campaña en la provincia de Buenos Aires.
“También debería mostrar una agenda desde temprano”, se lamentan en el propio oficialismo cuando intentan que el Presidente ya se muestre activo desde las ocho de la mañana. Los intendentes saben que no pueden poner actividades antes de las diez si quieren contar con su presencia y, en cambio, sus ministros saben que pueden ser convocados hasta pasadas las diez de la noche. En cambio, para recibir un WhatsApp del Presidente no hay horario.
Fuente: Perfil