Desde febrero de 2014 a la fecha los jubilados que cobran el haber mínimo perdieron 37 puntos porcentuales.
Un jubilado que percibe un haber medio, por ejemplo, en $28.794, ha visto corroído su poder de compra de la Canasta Básica Total en un 1,9% en 2020 y en un 9,6% desde 2018. Es más, si tomamos desde el 2013, punto máximo alcanzado en el nivel de vida de los jubilados (haberes promedio), éste se ha deteriorado en más de 30 puntos porcentuales.
Natalia Motyl, economista de la Fundación Libertad y Progreso opinó sobre la “contundencia” de los datos y sentenció que “entre las prioridades del gobierno no se encuentra el bienestar de nuestros jubilados. ¿Cómo es posible que en tan sólo 5 años el nivel de vida de nuestros adultos mayores haya caído en un 14% y desde la política todavía no haya una respuesta certera a éste gravísimo problema?”.
Además, expuso que numerosos funcionarios están “ganando por encima de los $250.000 mensuales” y que “el nivel de vida de nuestros adultos mayores se ha corroído drásticamente en una economía inflacionaria, en la que los ingresos se rezagan y el bienestar de vida se atrofia” finalizó.
Si se considera a un jubilado que cobra el haber mínimo (de $20.571), se observa un deterioro en su poder de compra con respecto a la Canasta Básica Total en un 5,9% desde 2018 y en más de 37 puntos porcentuales de su valor máximo en febrero de 2014.
Desde el inicio de su campaña en 2019 el presidente Alberto Fernández estableció que aumentaría 20% las jubilaciones. Un año y medio desde el inicio de su gobierno y tras cuatro aumentos ($4.987 por jubilación mínima y $4.317 para jubilaciones medias) sólo alcanzó para evitar la caída. El deterioro es consecuencia de falta de políticas públicas estructurales que terminan empeorando en forma dramática el nivel de vida de los jubilados, pero especialmente de aquellos que realizaron sus aportes.