Tiene forma de escafandra y fue diseñado por emprendedores argentinos para ayudar a los pacientes con cuadros críticos de COVID-19. Se trata de ventilación no invasiva y disminuye la necesidad de intubación.
En lo que refiere al coronavirus, todos los días hay una novedad respecto a la propagación del virus, sus efectos, síntomas prolongados o secuelas, así como también la hay en lo que refiere a los descubrimientos científicos y avances de la Inteligencia Artificial (IA).
El conductor Sergio Lapegüe, que se encuentra internado en el Sanatorio Juncal de la localidad bonaerense de Temperley por su complicado cuadro de COVID-19, compartió con su esposa una foto suya con un novedoso invento: el casco “Helmet” (casco en inglés). El dispositivo fue elaborado por emprendedores argentinos para ayudar a respirar a los pacientes más comprometidos por la enfermedad y se usa desde mediados de 2020.
Fue Andrea Taboada quien mostró en Los Ángeles de la Mañana (eltrece), la foto del conductor con el nuevo dispositivo. En el programa, explicó que se utiliza para alivianar el esfuerzo que hacen los pulmones para oxigenarse cuando el virus está en el cuerpo del paciente y compromete el proceso respiratorio. Respecto al estado de salud actual de Lapegüe -y tras haber hablado con “Bochi”, la esposa del periodista-, la panelista comentó los detalles del nuevo artefacto que ayuda a su recuperación.
“Como esta recuperación va y viene, y a veces él tiene fiebre y otras le baja, los médicos decidieron que para que no fuerce los pulmones y tenga mejor saturación, utilice un nuevo aparato que se llama `helmet´”, explicó Taboada, que además reveló que los médicos que lo atienden estaban conformes con la recuperación del periodista, pero que su estado de salud “va y viene” y que eso lo bajonea un poco.
Qué es y para que se usa
Se trata de un dispositivo con forma de escafandra y hasta parece un casco espacial, pero de mayores dimensiones. Fue creado por la firma nacional “Ecleris”, especializada en equipamiento médico, con sede en Miami, Estados Unidos. El casco “Helmet” disminuye la necesidad de recurrir a un respirador artificial o a la intubación en el paciente en cuestión. Se utiliza para pxigenar a las personas con cuadros críticos de COVID-19, ya que actúa de forma menos invasiva que los respiradores artificiales.
Los fundadores de la firma creadora de estos dispositivos explicaron que “permiten inyectar el oxígeno con una presión superior, lo que genera un efecto benéfico en los alvéolos pulmonares que, en muchos casos, colapsan por el efecto del virus. Además, evitan la dispersión del patógeno a través del aire expirado por el paciente, ya que cuentan con un filtro viral y bacteriológico”.
Los mismos cascos se utilizan en otros lugares del mundo, como por ejemplo en los hospitales de Santiago de Chile. El personal de salud de ese país utiliza el “Helmet Based Ventilator”, un dispositivo similar que cubre toda la cabeza del paciente y se sella alrededor del cuello. También funciona con presión positiva de alto flujo y proporciona un sistema presurizado de aire enriquecido con oxígeno, potenciando la respiración. Además, el casco permite administrar el oxígeno en concentraciones variables.
Según informaron los medios chilenos, la oxigenación de alto flujo a través del casco “Helmet” ha sido de gran ayuda para enfrentar el COVID-19 en la Posta Central. Ese Hospital de Urgencia de Salud Pública, cuenta con un total de ocho ejemplares de cascos, que no requieren la intubación ni sedación del paciente, por lo que permiten mayor movilidad y comodidad. De acuerdo al doctor Sebastián Bravo, jefe de servicio de la Unidad de Pacientes Críticos adultos de la Red de Salud UC CHRISTUS de Chile, el uso de estos cascos ha permitido reducir entre un 30% y un 40% la cantidad de pacientes que llega a ventilación mecánica invasiva.
Por su parte, el doctor Alejandro Santander, jefe de la Unidad de Paciente Crítico de la Posta Central en ese país, explicó: “Este dispositivo permite administrar oxígeno a pacientes en concentraciones variables –desde 21% hasta 100%-. Pero a diferencia de otros sistemas, como la naricera de alto flujo, nos permite administrar presión continua en la fase aspiratoria, a modo de garantizar la apertura de los alveolos en el nivel que nosotros requiramos, conforme a la necesidad del paciente”.
Pese a que este casco es utilizado hace muchos años para el tratamiento de cámaras hiperbáricas, ha sido modificado para su uso en pacientes de coronavirus desde el comienzo de la pandemia.
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