Con una clara advertencia sobre el rol estratégico del litoral argentino en las rutas del narcotráfico, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, presentó este lunes el Plan Paraná, un programa integral que busca reforzar los controles y la cooperación interinstitucional en toda la Hidrovía Paraguay–Paraná, uno de los corredores fluviales más importantes del país y de Sudamérica.
“Para nosotros es fundamental entender que la frontera y la hidrovía configuran un punto que tenemos que terminar de controlar”, enfatizó Bullrich durante el acto de lanzamiento, que se realizó de forma simultánea en varios puntos del país, incluyendo Isla del Cerrito (Chaco), donde la ministra mantuvo contacto directo con las fuerzas de seguridad desplegadas.
Blindar el corredor fluvial más importante del país
El Plan Paraná busca coordinar las tareas entre fuerzas federales, autoridades provinciales y organismos de control para garantizar la seguridad en los más de 3.400 kilómetros de extensión que abarca la Hidrovía. El objetivo central es fortalecer la presencia estatal en un territorio donde confluyen comercio internacional, contrabando y narcotráfico.
La Hidrovía Paraguay–Paraná, que conecta el litoral argentino con los puertos del Atlántico, mueve más del 80% de las exportaciones agroindustriales, pero también es utilizada por redes delictivas para el tráfico de drogas, armas y mercaderías ilegales.

“Estamos logrando estar donde el delito intenta pasar nuestras fronteras para llenar de drogas a la Argentina”, remarcó Bullrich, al destacar la importancia de los controles fluviales y fronterizos.
Presencia federal y trabajo conjunto
Durante el lanzamiento, la ministra dialogó con autoridades de la Prefectura Naval Argentina y con responsables de seguridad de las provincias ribereñas, destacando la articulación con Paraguay y el compromiso de fuerzas provinciales y federales en una tarea común.
El Plan prevé operativos coordinados, inteligencia criminal fluvial y despliegue tecnológico a lo largo de los principales puntos de tránsito y embarque, con el fin de detectar movimientos sospechosos, embarcaciones sin registro y actividades ilícitas asociadas al contrabando o al tráfico de estupefacientes.
Bullrich subrayó que su gestión al frente del Ministerio de Seguridad ya logró las mayores cifras de decomisos y la captura de bandas de alto riesgo, cuyos líderes hoy permanecen en cárceles federales bajo estricto control.
“Estamos protegiendo a la ciudadanía y evitando que sigan siendo activos asesinos o narcotraficantes. Es una lucha sin tregua”, aseguró.
Además, la ministra repasó los puntos críticos del mapa del delito: la frontera norte, donde se interceptan cargamentos de cocaína; la Triple Frontera, con foco en la lucha contra el terrorismo; y ahora, la Hidrovía del Paraná, que se suma como eje central del nuevo operativo federal.
El Plan Paraná viene a reforzar la política de seguridad en una región donde confluyen intereses estratégicos, económicos y criminales. Su implementación marca un paso decisivo para recuperar la soberanía operativa sobre el corredor fluvial y responder a una de las principales demandas de las provincias del litoral: más presencia y control sobre el río.
El desafío, según las propias palabras de la ministra, es claro: “Blindar la Hidrovía no solo es una cuestión de seguridad, sino también de defensa nacional y desarrollo soberano”.