La ciudad de Goya avanza con una de las obras más emblemáticas de las últimas décadas: la nueva costanera, un proyecto que busca transformar el perfil urbano y turístico de la localidad, al tiempo que brinda una solución concreta frente al riesgo hídrico que históricamente la afecta. El ingeniero Gustavo Gabiassi, administrador del PRODEGO, destacó que este “escenario al río” será un punto de encuentro social, recreativo y de protección frente a inundaciones.
La nueva costanera forma parte del Pacto Goya 2030 y está diseñada no solo como un paseo urbano con terrazas, miradores y espacios de recreación, sino también como una infraestructura clave de defensa hídrica.
Según Gabiassi, “es una necesidad urgente para una ciudad con un legado histórico de riesgo hídrico”. La obra implica ganar al río unos 20 metros en dos niveles, con cotas que alcanzarán los 8,63 metros sobre el hidrómetro local, asegurando un nivel de protección superior al de la antigua costanera.

El recorrido incluirá 500 metros en la parte inferior, otros 500 en la parte superior y un sistema de terrazas de 300 metros con cuatro niveles y vista privilegiada al río Paraná.
Formación y conciencia desde las escuelas
El proyecto también busca generar conciencia en las nuevas generaciones. Estudiantes de la Escuela Técnica “Arq. Francisco Pinaroli” ya realizaron relevamientos en la obra y, junto con el PRODEGO, se prevén más visitas educativas a la costanera y a estaciones de bombeo.
“El objetivo es que los alumnos comprendan en terreno cómo se construye una obra de contención, un muro de hormigón o un sistema de drenaje. La mejor forma de cuidar lo que tenemos es conociéndolo”, resaltó Gabiassi.
Otro aspecto clave es el trabajo conjunto con la Oficina de Planeamiento y la arquitecta Luisina Leyes, que impulsa la ordenanza de prefactibilidad de emprendimientos inmobiliarios. Esta normativa exige a los propietarios y profesionales presentar estudios hídricos antes de habilitar proyectos, evitando desorden en la expansión urbana.

El plan también incluye acciones ambientales, como la separación de residuos en origen, limpieza del Riacho Goya y trabajos de concienciación sobre el impacto de la basura en el drenaje urbano. Estas tareas se enmarcan en el programa de gestión de riesgo hídrico “Inundaciones urbanas y cambio climático”.
Una apuesta al turismo y al futuro
Además de su impacto en la seguridad hídrica, la nueva costanera promete ser un atractivo turístico que potenciará la economía local. “Será un lugar para mirar el paisaje del río Paraná, tomar mate o simplemente pasear”, adelantó el ingeniero Gabiassi, quien recordó que el gobernador Gustavo Valdés ya anunció que se gestionarán recursos para extender el paseo hacia el sur.
La nueva costanera de Goya se proyecta así como un símbolo de desarrollo sostenible: uniendo infraestructura, educación, conciencia ambiental y turismo en un mismo espacio que cambiará la vida urbana de la ciudad.