En plena cuenta regresiva hacia las elecciones del 31 de agosto, el ministro Secretario General de la Gobernación, Carlos Vignolo, brindó definiciones sobre el rumbo de Vamos Corrientes, el rol de Juan Pablo Valdés como candidato, y la sintonía —parcial— con el gobierno nacional de Javier Milei.
“Queremos defender una propuesta que deje atrás el pasado y dé respuestas hacia el futuro”, afirmó Vignolo en diálogo con Radio Dos, en una entrevista donde reivindicó el tono propositivo de la campaña del oficialismo provincial y remarcó el protagonismo de las nuevas generaciones.
“Juan Pablo Valdés ha tenido una recepción enorme entre los jóvenes. Eso es un excelente punto de partida”, sostuvo.
En relación a la estrategia electoral del oficialismo, el funcionario explicó que la decisión de encarar una campaña breve no fue casual: “Estamos trabajando conforme a lo planificado. Nosotros gobernamos y tenemos otras obligaciones. Por eso había que acortar los tiempos de conflicto, y eso se logró”.
Además, anticipó que Vamos Corrientes buscará diferenciarse con propuestas: “Vamos a plantear un escenario con contenido, con un planteo de ideas para los próximos años”.
Libertarios: coincidencias económicas, diferencias políticas
Consultado sobre la irrupción de La Libertad Avanza en el tablero provincial, Vignolo aclaró: “Siempre tratamos de separar las elecciones, y no solo ahora porque está LLA”. Aunque admitió puntos en común con la administración nacional —“en muchas cosas coincidimos, sobre todo en el tema del gasto”—, marcó distancia política.
Y al ser interrogado sobre una posible alianza futura con los libertarios, fue tajante: “Es difícil saberlo. Depende más de LLA que de nosotros”.
Intendentes, jóvenes y un nuevo esquema
Vignolo también anticipó que, de cara al próximo ciclo de gobierno, el esquema político podría reconfigurarse con una visión más “municipalista”, donde los intendentes ganarían protagonismo. “Estamos en presencia de nuevos tiempos. Seguramente Juan Pablo armará un equipo con mucha visión territorial”, estimó.
En cuanto a posibles rispideces internas por candidaturas o reacomodamientos, el ministro fue claro: “No hay lugar para berrinches. Y el que tome esa actitud, perderá espacio”.