Había 277 personas a bordo cuando el barco se estrelló directamente contra la parte inferior del puente el sábado por la noche, dijeron las autoridades. Al menos 22 resultaron heridas, la mitad de ellas de gravedad.
El sábado por la noche, un buque de vela de la Marina mexicana que realizaba una gira de buena voluntad se estrelló directamente contra la parte baja del puente de Brooklyn, destrozando sus mástiles y aparejos y matando a dos miembros de la tripulación.
Había 277 personas a bordo del barco, el Buque Escuela Velero Cuauhtémoc, en el momento del choque, y se cree que todos están localizados, dijo un funcionario del Departamento de Bomberos de Nueva York.
El alcalde Eric Adams dijo en una publicación en las redes sociales después de medianoche que habían muerto dos personas y que el barco se había quedado sin energía antes del accidente.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo en las redes sociales que los fallecidos eran miembros de la tripulación del Cuauhtémoc.
Al menos otras 22 personas resultaron heridas en el accidente, 11 de ellas están en estado crítico y nueve estables, dijo la Marina de México en un comunicado.
El barco había estado atracado en el muelle 17 de Manhattan, justo debajo del puente de Brooklyn.
El sábado por la noche debía dirigirse hacia el sur y zarpar del puerto de Nueva York, con una parada en el muelle de Brooklyn para cargar combustible antes de dirigirse a Islandia.
En lugar de ello, hacia las 8:30 p. m., el Cuauhtémoc al parecer se dirigió en la dirección equivocada, pues nunca tuvo intención de navegar bajo el puente de Brooklyn, dijo un portavoz de la Oficina de Gestión de Emergencias de la ciudad.
En el momento de la colisión, según los videos verificados por Reuters, se puede ver a dos personas, que parecían estar en el último peldaño del mástil, balanceándose violentamente hacia delante. Inmediatamente después, los videos mostraban que algunas personas colgaban de los restos del choque mediante cuerdas, y otras avanzaban sobre sus vientres hacia el centro.
En otros videos publicados en las redes sociales, se podía ver un remolcador cerca del Cuauhtémoc, que parecía ir hacia atrás, con la popa por delante, cuando se estrelló.
La embarcación se tambaleó, pero se mantuvo en posición vertical y se detuvo en el Brooklyn Bridge Park, según los videos de las redes sociales y las imágenes de la escena. Los mástiles parecían muy dañados.
En una conferencia de prensa celebrada el sábado, las autoridades dijeron que el piloto a quien se había asignado la navegación del Cuauhtémoc para salir del canal experimentó “problemas mecánicos”. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte realizará una investigación completa del accidente.

Nick Corso, de 23 años, estaba terminando de cenar con unos amigos en un restaurante cercano cuando vieron que el barco se dirigía hacia ellos.
Al principio pensó que el barco libraría el puente, dijo, pero entonces “las luces superiores del mástil desaparecieron detrás del puente y pensé: oh, no va a lograrlo”.
Cuando la parte superior de un mástil chocó contra la parte inferior del puente, dijo, “se oyó cómo se partía”.
En el muelle 16, adonde fueron trasladados los heridos, se congregó una gran multitud, y los vehículos de emergencia con las luces intermitentes llenaban South Street. Cada cierto tiempo, los trabajadores de emergencias llevaban a las víctimas con collarines hacia las ambulancias y las subían en camillas. Cada vez que aparecía un nuevo sobreviviente, la multitud estallaba en vítores y aplausos y coreaba: “¡Mé-xi-co! Mé-xi-co!”.
Sacaron a una mujer con la cabeza vendada en una camilla. Estaba llorando. Junto a ella caminaban dos compañeras vestidas con pantalones blancos y blusas a rayas blancas y negras. Una llevaba el brazo izquierdo en cabestrillo. La otra tenía la cabeza envuelta en una gasa blanca.
Poco después, sacaron a un hombre en una camilla. Levantó los pulgares cuando pasó ante la multitud.
Octavio Muniz, de 44 años, dijo que había venido desde su casa en Newark para ver el barco porque es de México.
Muniz dijo que había contemplado horrorizado el desplome de los mástiles. La multitud que lo rodeaba empezó a gritar y a llorar.
“Fue horrible”, dijo en el muelle 16. “Fue muy triste”.
Pasada la medianoche, el barco atracó en el muelle 36, detrás de un depósito municipal de limpieza; los mástiles rotos eran visibles desde detrás de una hilera de barricadas policiales que bloqueaban el acceso al muelle.
Los miembros de la tripulación, con chalecos salvavidas, camisas a rayas y pantalones blancos, saltaron rápidamente para asegurar el barco con cuerdas, dándose instrucciones unos a otros en español.
El teniente de alcalde de Seguridad Pública, Kaz Daughtry, atravesó las barricadas poco antes de la 1:30 a. m. y confirmó a los periodistas que aún había gente a bordo del barco, esperando saber dónde pasarían la noche y los próximos días.
“Aún estamos tratando de resolverlo”, dijo Daughtry por encima del estruendo de la música procedente de un abarrotado barco de fiesta atracado a un muelle de distancia. Dijo que la prioridad de la ciudad era “cuidar” de un grupo de personas del barco a las que llamó “buenos soldados”.
Cuando se le preguntó cuánto tiempo permanecería atracado el barco en Nueva York, dijo: “El tiempo que sea necesario”.
El Velero Cuauhtémoc se utiliza para instruir a marineros, capitanes y oficiales en la Heroica Escuela Naval Militar de México, según un comunicado de prensa de uno de sus cruceros. Se trata de una barca de tres mástiles y casco de acero estrenada en 1982, de unos 90 metros de largo.
La Marina de México dijo en un comunicado que el Cuauhtémoc había zarpado el 6 de abril de Acapulco en una misión cuyo objetivo era “exaltar el espíritu marinero, fortalecer la educación naval y llevar el mensaje de paz y buena voluntad del pueblo mexicano a los mares y puertos del mundo”.
Tenía previsto pasar 254 días fuera haciendo escalas en Nueva York; Kingston, Jamaica; La Habana; Reikiavik, Islandia; Aberdeen, Escocia; Avilés, España; Bridgetown, Barbados, y Londres.
La gira se detuvo bruscamente en Nueva York, donde las autoridades prometieron investigar el episodio. Los documentos de infraestructura del gobierno muestran que el puente tiene un espacio libre para la navegación de casi 39 metros. Los mástiles del Cuauhtémoc medían aproximadamente 48.
Tras el choque, se cerraron brevemente todos los carriles del puente de Brooklyn en ambas direcciones, según informó el sistema de notificación de gestión de emergencias de la ciudad. Ydanis Rodríguez, comisionado del Departamento de Transportes de la ciudad de Nueva York, dijo que se estaba inspeccionando el tramo, pero “la información es que no hubo daños importantes en el puente”.
El puente de Brooklyn, que tardó 14 años en construirse, fue el primer puente colgante de la ciudad. Desde su construcción hace más de 140 años, el conector monolítico se ha convertido en una parte fundamental de la ciudad de Nueva York, uniendo Brooklyn con Manhattan. Es un símbolo tan reconocible de Nueva York como el Empire State Building.
Este no es el primer barco alto que choca contra el puente de Brooklyn.
En 1921, por ejemplo, el palo mayor de acero de la goleta de seis mástiles Edward J. Lawrence chocó contra el puente cuando el barco era remolcado bajo el tramo central. Más de una década después, un carguero chocó contra una viga de acero del puente, dañando tres de sus cuatro mástiles. El capitán culpó a lo que calificó de marea anormalmente alta. En 1986, un carguero de 158 metros procedente de Corea del Sur rozó la parte inferior del puente, destruyendo uno de sus radares.
Fuente: The New York Times