A los 89 años falleció Mario Vargas Llosa, uno de los máximos referentes de la literatura hispanoamericana del siglo XX y XXI. El autor peruano, Premio Nobel de Literatura, dejó una huella profunda no solo en las letras, sino también en el pensamiento político de Iberoamérica. Su muerte se produjo este domingo, producto de una neumonía.
Nacido en Arequipa, Perú, el 28 de marzo de 1936, Vargas Llosa construyó una vasta obra que abarca novelas, ensayos, piezas teatrales y artículos periodísticos. Su carrera despegó con fuerza en la década del ’60 con La ciudad y los perros (1963), una crítica feroz al autoritarismo militar en los colegios peruanos. A esta obra le siguieron otras de gran impacto como La casa verde (1966), Conversación en La Catedral (1969) y La guerra del fin del mundo (1981), consolidándolo como una de las voces más potentes del llamado “Boom latinoamericano”, junto a figuras como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes.
Vargas Llosa fue también un intelectual comprometido. A lo largo de su vida intervino activamente en los debates políticos de la región, defendiendo las democracias liberales y cuestionando con dureza a los regímenes autoritarios y populistas. En Argentina, sus declaraciones siempre generaron polémica pero también respeto: en 2019, durante una conferencia en Córdoba, advirtió sobre “lo trágico que sería para el país volver al kirchnerismo”, en referencia a la fórmula Fernández-Fernández. Sus críticas al populismo peronista fueron constantes y argumentadas, basadas en su visión liberal del mundo.
A lo largo de su trayectoria, Vargas Llosa recibió los más importantes premios y reconocimientos: el Nobel, el Cervantes, el Príncipe de Asturias, el Planeta, entre muchos otros. También fue distinguido con títulos honoris causa por decenas de universidades en todo el mundo y en 2021 ingresó a la Academia Francesa de la Lengua, un hecho histórico para un autor que escribía en español.
Polémico, lúcido, provocador y brillante, Mario Vargas Llosa deja un legado literario monumental y un pensamiento político que incomodó a muchos, pero que siempre se apoyó en la defensa de la libertad individual. Fue también candidato a la presidencia del Perú en 1990, cuando perdió en segunda vuelta frente a Alberto Fujimori, experiencia que relataría más tarde con crudeza en El pez en el agua (1993).
El mundo de la cultura y la política lo despide hoy con pesar, pero también con gratitud. Que en paz descanse uno de los últimos gigantes de la literatura latinoamericana.