La intromisión política del kirchnerismo en Corrientes con el caso Loan era un secreto a voces. El intento de lograr por vía judicial lo que no consiguen con los votos, demostró una voracidad política donde no se midieron las consecuencias.
El fiscal federal, ligado al massismo, que tardó once años usando el dinero de los contribuyentes, para luego pedir el sobreseimiento de la ex presidente, por no encontrar nada que la vincule con la ruta del dinero K, pretendió embarrar más la cancha judicial pidiendo el procesamiento del gobernador Gustavo Valdés. Duró menos de doce horas, pero demostró que el kirchnerismo es como una cebolla.
Tiene capas, como una cebolla, donde fue quemando instancias, personajes, políticos nacionales y locales, que quedaron en off side cuando el juez Casanello se declaró incompetente para actuar. Con ello, perdió varias capas de la metamorfosis kirchnerista, tanto a nivel nacional, como a nivel provincial, dejando mudos y sorprendidos a los actores locales que politizaron el caso de la desaparición de un niño.
Mezclaron todo, y hubo políticos provinciales que nada tienen que ver con el kirchnerismo y el massismo, que no la vieron y se subieron a un carro que los llevaría a mal puerto.
También es cierto que parte de esas capas geológicas de la cebolla, comenzaron a resquebrajarse, a perderse y solo quedó reducido a un centro corrupto, ligado al poder de quienes lo ejercieron durante más de 16 años y que están jaqueados por la justicia en casos de corrupción en el mismo ejercicio de ese poder.
El fiscal en su intento de pretender enlodar el proceso judicial que se lleva adelante en Corrientes, a cargo de la jueza Pozzer Penzo, hizo una mala jugada, donde incluso actores provinciales, que sostienen que siguen teniendo poder, quedaron prácticamente fuera del juego político de cara a las elecciones a gobernador de 2025.
El respaldo de estamentos democráticos para con Valdés, a los que se sumaron aliados políticos estratégicos, está permitiendo que la justicia se dedique a la investigación más compleja que tiene la justicia provincial y federal en los últimos tiempos y que es lo que verdaderamente importa. Encontrar a Loan.
Una investigación donde todos mienten, donde todos buscan a través del couching de abogados y testigos, narrar historias que hasta ahora no se condicen con la realidad, lo que complica llegar a la verdad de lo que ocurrió con Loan.
Las defensas de los imputados detenidos plantean narrativas confusas, a veces contradictorias y casi siempre, con medias verdades. Eso puede hacer imposible llegar a la verdad de lo que pasó en El Algarrobal, en 9 de julio.
A eso se le suman personajes que no pueden demostrar sus relatos, sus intentos de falsear testimonios y la posibilidad de que ante las dudas, todos puedan quedar en libertad.
Por otra parte, la aparición, en distintos tiempos de la investigación de personajes que fueron en su momento denunciados por pertenecer o defender a delincuentes de poca monta, también caracterizan este proceso.
A eso se suman medios pseudonacionales, que sin demasiado conocimiento de la zona y de la investigación, llenan horas de televisión, haciendo análisis amañados, confusos y hasta incluso, malintencionados y mentirosos de circunstancias que ocurrieron verdaderamente. Han cambiado sus análisis y sus declaraciones cientos de veces en estos 44 días desde la desaparición de Loan, echando culpas sobre instituciones, personas y funcionarios, que posiblemente, nada tengan que ver con la realidad de lo que ocurrió.
A la cebolla kirchnerista, cada vez le quedan menos capas, a los personajes políticos locales ya se les terminó el discurso narrativo al que nos tuvieron acostumbrados durante muchos años y a otros les salen a la luz denuncias de hace algunos años, que solo afectan su credibilidad.
Ojalá que, como siempre ocurrió, la verdad salga a la luz y queden expuestos quienes usaron esta dramática situación con fines espurios.
La verdad saldrá a la luz y quienes no la vieron, todavía tienen tiempo de arrepentirse y cambiar su postura frente al intento opositor al gobierno provincial, de acomodar sus pretensiones y sus posturas, en pos, no solo de la preservación de la institucionalidad provincial, sino de la resolución del caso Loan Peña.
(*) Miguel Matusevich – Periodista