Una nueva crisis enfrenta Ecuador: el tema de seguridad. El fiscal que investigaba el asalto de hombres armados al canal TC Televisión, Carlos Suárez, fue asesinado este miércoles 17 de enero en Guayaquil, informó la Fiscalía en un comunicado.
De acuerdo con medios internacionales y agencias, sicarios a bordo de una motocicleta interceptaron al fiscal, quien recibió varios disparos en la cabeza. Esto minutos después de abandonar su oficina en la sede la Policía Judicial. Según refiere El País, le dispararon 20 veces por “llevar algunos de los casos de corrupción más importantes del país”.
“Ante el asesinato de nuestro compañero César Suárez, fiscal de la Unidad Nacional Especializada de Investigación contra la Delincuencia Organizada Trasnacional, voy a ser enfática: los grupos de delincuencia organizada, los criminales, los terroristas no detendrán nuestro compromiso con la sociedad ecuatoriana; continuaremos con más fuerza y compromiso”, apuntó la fiscal general del Estado, Diana Salazar, en un video.
Una responsable del ente investigador comentó a una agencia de noticias que Suárez había sido encargado de determinar qué grupo criminal estuvo detrás de la toma en directo de TC Televisión, durante la reciente crisis de violencia narcocriminal en el país.
Medios de comunicación locales difundieron imágenes de la camioneta de Suárez con varios impactos de bala en la ventana del conductor en una avenida. Un responsable de la policía aseguró a la prensa que “las unidades investigativas se encuentran realizando las indagaciones pertinentes para encontrar a los responsables” en el principal puerto del país, centro de operaciones del narcotráfico.
“Nos encontramos practicando las primeras diligencias en el lugar de los hechos, con el objetivo de garantizar que este crimen no quede en la impunidad”, agregó Salazar, quien finalizó enviando sus condolencias a la familia y amigos del fiscal.
UN FISCAL “INCORRUPTIBLE”
Carlos Suárez era conocido por ser “implacable e incorruptible”. Además, según medios locales, era un gran aliado de los periodistas de investigación, a quienes a menudo les daba pistas para indagar,
La arremetida contra el canal TC Televisión fue uno de los primeros actos criminales que sufrió Ecuador tras la fuga del poderoso Adolfo Macías o “Fito”, jefe de la principal banda del país, confirmada el 8 de enero.
Aún no es claro quién está detrás de ese asalto, en el que encapuchados amenazaron a los periodistas y otros trabajadores con pistolas, fusiles y granadas el pasado 9 de enero. En ese entonces, las personas armadas mostraban su arsenal, hasta que las luces del set se apagaron. La señal en vivo continuó transmitiendo los disparos, gritos y lamentos que se escuchaban fuera de cámara.
“Por favor, entraron a matarnos”, escribió a un periodista de la agencia AFP una de las personas que estaba adentro del canal durante el ataque. La intimidación en directo duró unos 30 minutos y luego se observó el ingreso de policías.
CRISIS POR EL NARCO
Sin embargo, horas después, la Policía Nacional de Ecuador informó en la red X que, como resultado de la intervención en TC Televisión, “las unidades policiales lograron la aprehensión de varios sujetos e indicios vinculados al ilícito”. En imágenes, que circularon por redes sociales, se observaban a distintos hombres boca abajo amarrados con cinchos de seguridad.
Ante la crisis desatada en ese momento, el presidente Daniel Noboa declaró el “conflicto armado interno”, tildó a las bandas criminales de “terroristas” y desplegó miles de militares.
En varias cárceles los reos mantuvieron retenidos a más de 100 funcionarios penitenciarios hasta su liberación el sábado. Por otra parte, la fiscal Salazar ha denunciado amenazas de muerte por parte de Los Lobos, una de las principales organizaciones delictivas.
Ecuador fue durante muchos años un país a salvo del narco, pero se ha ido transformando en un nuevo bastión del tráfico de droga hacia Estados Unidos y Europa con bandas enfrentadas por el control del territorio y unidas en su guerra contra el Estado, sobre todo en el puerto de Guayaquil.
En los últimos cinco años, la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes pasó de 6 a 46 en 2023 y la guerra interna toca fondo como ocurrió en Colombia en el siglo pasado, pero con un ingrediente adicional: las cárceles en llamas.
Publicado por newsweek.com.ar