Su nombre científico es Croton urucurana y constituye una especie de la familia que crece en Perú, Ecuador y Colombia. Es usado para el tratamiento de heridas y úlceras cutáneas. La estudiante de Bioquímica Moira Soledad Ríos Müller obtuvo una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas proponiendo determinar -en la especie local- su capacidad antimicrobiana y compararla con el de otras regiones.
El Croton urucurana -conocido popularmente como “sangre de drago”- es un árbol que alcanza entre 4 y 10 metros y el diámetro del tronco los 0,40 cm. Es frecuente encontrarlo en los cursos de agua de las provincias del NEA, noroeste de Entre Ríos y norte de Santa Fe. También se lo encuentra hasta la latitud de Buenos Aires, Paraguay, Brasil, Uruguay como especie cultivada.
Cuando se realizan incisiones en la corteza, exuda un látex de color rojizo adquiriendo de ahí su nombre popular. Ese látex tiene aplicaciones en la medicina popular para el tratamiento de heridas y úlceras cutáneas, con propiedades antibacterianas y antifúngicas. Su uso es muy común en la etnomedicina de Perú, Ecuador y Colombia, donde se lo adquiere en mercados, ferias artesanales y comercios naturistas.
Curiosamente, la utilidad de este látex no figura en los registros de la Farmacopea Nacional Argentina. Croton urucurana es la única especie autóctona de la familia de las Euphorbiaceae, que tiene como principal exponente a Croton lechleri, con cualidades medicinales similares.
Debido a que las especies vegetales pueden variar su composición química de acuerdo a las características del suelo y del clima de las diferentes regiones (influencias edafoclimatológicas); y dado que no se dispone de información científica sobre la actividad de los extractos de C. urucurana de la región NEA, es que surge la propuesta de investigación de la estudiante de Bioquímica de la UNNE, Moira Soledad Ríos Müller, quien accedió a una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas (Becas EVC-CIN).
En la misma se tomó como objetivo estudiar la actividad de los diferentes órganos de C. urucurana de Corrientes, para poder verificar si los ejemplares autóctonos poseen propiedades comparables con las de otras regiones y así poder validar su uso etnomedicinal.
El proyecto de la beca se denomina “Actividad antimicrobiana de Croton urucurana “sangre de drago” y está dirigido por la doctora Ana María Torres y codirigido por la bioquímica Especialista María Susana Scaramellini Burgos, ambas del Laboratorio de Productos Naturales Prof. Armando Ricciardi, perteneciente al instituto de doble dependencia IQUIBA-NEA-UNNE-CONICET.
En esta investigación se propone protocolizar la metodología para obtener y conservar aceites esenciales y extractos bioactivos de los distintos órganos de C. urucurana (sangre de drago), de manera tal de asegurar la composición química y calidad del extracto para lograr a largo plazo un producto estandarizado. Por otra parte, mediante técnicas in vitro se comprobarán las propiedades atribuidas a esta especie como antimicrobiana.
¿Por qué es importante el estudio de la becaria, sobre las propiedades antibacterianas de esta especie vegetal?
La resistencia a los antimicrobianos (RAM), según la OMS, es una de las diez principales amenazas a la Salud Pública mundial. El uso indebido y excesivo de los antimicrobianos es el principal factor que determina la aparición de patógenos farmacorresistentes. La falta de acceso a antimicrobianos de calidad y la escasez de antibióticos afecta a países de todos los niveles de desarrollo.
Los antibióticos son cada vez más ineficaces, por la farmacorresistencia debida a su uso inadecuado. Esto conduce a más infecciones difíciles de tratar y al aumento de la mortalidad. Este trabajo va en línea con la búsqueda de nuevos antibacterianos.
¿Es confiable desarrollar antibacterianos a partir de extractos y aceites vegetales?
De acuerdo con la OMS, el 75% de la población depende casi exclusivamente de plantas para el cuidado de la salud. La biodiversidad y el conocimiento ancestral transmitido por pueblos originarios, coloca a la Argentina en un lugar de privilegio para el desarrollo de fitoterápicos, entendiéndose como medicamentos fitoterápicos a aquellos que se obtienen mediante un proceso tecnológico adecuado, en el que se utilizan sólo plantas medicinales como materia prima.
El aporte científico en esta línea de desarrollo es estandarizar el producto final asegurando pureza, porcentaje de principios activos y efectos biológicos. En algunos de estos aspectos trabajará Ríos Müller, es decir descubrir este potencial, preservar la biodiversidad, y salvaguardar el conocimiento de uso tradicional.
Metodología. Las muestras de C. urucurana contaran con la correspondiente identificación botánica y deposito en el herbario CTES del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE). Posteriormente el material vegetal será separado en diversos órganos activos como hojas (a modo de poda para preservar la biodiversidad de recursos naturales nativos); corteza y látex, mediante incisiones en el tronco de ejemplares de más de 20 cm de diámetro.
La obtención de los extractos-ya en laboratorio-se realizará por maceración en diferentes solventes, los que rendirán extractos secos que serán conservado en desecador. Los aceites esenciales de hojas y corteza se separarán por arrastre con vapor de agua.
Con los extractos y los aceites esenciales se hará el screening de actividad antimicrobiana, es decir su capacidad de acción contra los microorganismos, determinándose parámetros cuantitativos importantes tales como las concentraciones inhibitoria y bactericida mínimas. Se aislarán e identificarán los principios responsables de dicha actividad.
Es importante mencionar que el proyecto cumple con todas las reglas éticas y ambientales de preservación de la vida humana y animal, y no contempla tecnologías que pudieran comprometer al medio ambiente.