Sin dudas la sorpresa de la elección primaria del domingo pasado fue el caudal de votos que sacó el candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei. Contemplando los resultados del escrutinio provisorio publicado por la Dirección Nacional Electoral (DINE) al momento de escribir este artículo, obtuvo 7.116.352 votos, lo que representa un 30.04% del total de votos válidos.
Esto rompe con la lógica que primaba desde las elecciones de 2015 en las cuáles la polarización se venía dando entre el eje Cambiemos/Juntos por el Cambio (JXC) y el Frente de Todos/Unión por la Patria (UXP). En las elecciones presidenciales de 2015 y 2019 estos frentes combinados capturaron una gran mayoría de los votos emitidos. En las elecciones del domingo pasado la suma de ambos espacios superó por poco el 55,5%, mostrando que casi la mitad del electorado que se expresó eligió otras opciones, incluyendo el voto en blaco.
Hoy existe en la opinión pública y en la interpretación de los resultados de la elección un conjunto de mitos que resulta importante poner en debate desde un análisis minucioso de los datos. Nos vamos a centrar en un distrito puntual de relevancia mayúscula para la política nacional: el municipio de La Matanza.
En La Matanza hay 1.137.163 electores habilitados para votar, de los cuáles participó de la elección un 63.75%, emitiendo un total de 716.485 votos válidos (un 10% de ellos en blanco). Allí Javier Milei obtuvo 161.020 votos, un 23,32% del total de los votos válidos.
Para poder realizar el análisis que sigue a continuación, evaluamos los resultados por mesa de votación y analizamos los promedios agregados de los datos de los votantes en función de nuestros propios modelos predictivos.
Mito 1: El votante de Milei es cheto.
Existe una afirmación muy establecida de que el votante de Milei es conservador y liberal en lo económico. Desde los datos esto no es tan simple de demostrar linealmente, pero vamos a utilizar algunos indicadores para tratar de acercarnos a una interpretación de los datos en función de los resultados por mesa. Para ello utilizamos el precio promedio de las propiedades tomando como referencia los datos publicados por Properati.
Los datos nos muestran una correlación que también hemos podido observar en otros distritos donde los votos de JxC crecen junto con el valor de la propiedad. De la misma forma vemos la relación exactamente inversa con los votantes de UxP.
En el caso de los votantes de Milei, surge por primera vez una transversalidad. Sin importar el precio de la vivienda. Los votos de Milei se sostienen de forma transversal. Sin pretender spoilear el resto del texto, vamos a encontrar que este fenómeno se sostiene más allá de la variable que midamos. .
Mito 2: El votante de Milei es joven.
Otra de las explicaciones que se escucha en los análisis es que los votantes de Milei representan un corte generacional del electorado: los jóvenes. Pero cuando vemos los promedios de edad de los votantes, encontramos de nuevo correlaciones muy claras en las edades de los votantes respecto de los resultados obtenidos tanto por JxC como en UxP.
Esto se condice con datos de otros distritos, donde en general los votantes de JxC en promedio son de mayor edad que los de UxP. En el caso de Javier Milei, sus resultados son transversales. No importa el promedio de edad de los votantes de la mesa, el resultado fue similar sin mostrar pendientes destacables a diferencia de los otros espacios.
Mito 3: El votante de Milei antes era de Juntos por el Cambio.
Por último, y relacionado seguramente con el mito 1, existe la percepción de que Milei sólo le roba votantes a JxC. Para esto cruzamos los resultados por mesa con los resultados de la elección anterior de JxC en el distrito. Nuevamente existen correlaciones muy claras entre los votos que sacaron en ambas elecciones de los espacios polarizados.
Y como ya veníamos suponiendo, nuevamente encontramos una transversalidad en los votantes de Milei. No importa el resultado de JxC en la elección anterior, los votos son similares en todas las mesas.
Conclusión
En resumen, vemos que el fenómeno Milei demuestra, a diferencia de los espacios tradicionales que muestran tendencias claras con respecto a las grandes dimensiones de análisis (sociodemográficas, socioeconómicas y de comportamiento electoral previo), los votantes de Milei aparecen como transversales. Rompen con la lógica etaria, de voto anterior y económica. Están en todos los segmentos. Los votantes de Milei leen Página 12 y La Nación, juegan jueguitos y al fútbol. Y seguramente estén acá también leyendo esta nota.
(*) Por Antonio Milanese y Juani Belbis. Codirectores de Betta Lab. medium.com