La ecoregión del Gran Chaco se debate entre dos realidades totalmente contradictorias. Según La Fundación Rewilding, alberga al segundo mayor bosque continuo de Sudamérica, después del Amazonas. La otra cara de la moneda es el proceso indiscriminado de deforestación que viene sufriendo desde hace décadas, en algunos casos, avalados por el poder político de la provincia del Chaco.
Según un informe de la Fundación, “luego de observar que existían pocas áreas protegidas dentro de esta gran planicie continental, nuestro equipo impulsó en 2011 la creación de un parque nacional en la fracción chaqueña ocupada por la estancia La Fidelidad, una vasta extensión de bosque atravesada por los ríos Teuco (o Bermejo) y Teuquito (o Bermejito)”.
Es así que en 2014 se creó el Parque Nacional El Impenetrable de 128.000 hectáreas, aunque recién en abril de 2017 la Administración de Parques Nacionales pudo ingresar a custodiar la zona. El Parque tiene 28,2 millones de toneladas métricas de Carbono Almacenado.
El Parque Nacional El Impenetrable tiene bosque de quebrachos, algarrobos y palo santos, con selvas en galería, pastizales, bañados, simbolares, que se creían extintos y lagunas formadas por las inundaciones del río Teuco (o Bermejo).
EL CHACO YA PERDIÓ MÁS 10.000 HECTÁREAS DE BOSQUES
La contracara de este trabajo de conservación del ambiente en el Parque Nacional se da por la descarnada deforestación que, incluso, ya fue denunciada por Greenpeace que expone que “la tala ilegal se mantiene en la provincia y atenta contra las comunidades campesinas e indígenas”.
La organización ambientalista Greenpeace, mediante la realización de sobrevuelos y la comparación de imágenes satelitales, detectó en el Chaco la deforestación alcanza las 10.329 hectáreas de extensión el territorio a mediados del 2021, dato que impacta, ya que la pandemia por Covid-19 tampoco pudo detener, incluso frente a un fallo de la Justicia provincial que suspendió los desmontes en noviembre de ese año.
Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques de Greenpeace, expresó que el gobernador Jorge Capitanich “está avalando un crimen contra los bosques de su provincia”.
Este 25 de octubre, militantes ambientalistas de Greenpeace, se manifestaron sobre el Puente General Belgrano, que une las provincias de Chaco y Corrientes contra la deforestación sistemática que su El Impenetrable chaqueño y colgaron banderas sobre este puente.
“Las inundaciones y las sequías que cada año golpean al Chaco, aumentan a medida que se avanza con la deforestación”, dijo Cruz, agregando que el desmonte atenta contra el hogar de comunidades campesinas e indígenas, y de especies en peligro de extinción como el yaguareté.
“La grave crisis sanitaria, climática y de biodiversidad en la que nos encontramos nos obliga a actuar en consecuencia. La actualización del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos no puede realizarse al mismo tiempo que se propicia la deforestación; y debe hacerse mediante un proceso realmente participativo cuyos objetivos sean el fin de los desmontes, el manejo sustentable y la restauración de los bosques nativos‘, advirtió.
El Gran Chaco es el sistema boscoso continuo más grande y biodiverso de América del Sur detrás de la Amazona. Su destrucción ha sido particularmente brutal en la Argentina, donde ha perdido más de 8 millones de hectáreas en las últimas tres décadas, y en el Paraguay, donde se han deforestado grandes áreas para la ganadería. Bolivia, por su parte, cuenta con más áreas protegidas, aunque los dramáticos incendios forestales de los últimos años demuestran su fragilidad.
Justamente una muestra representativa de la región del Chaco Seco y del interfluvio del río Bermejo, realizado por la Fundación Rewilding asegura que hay poblaciones saludables de especies amenazadas como el pecarí labiado, el tatú carreta, el oso hormiguero, el tapir, y el aguará guazú; y la presencia de pecarí quimilero con crías y ocelote, además de uno de los últimos ejemplares de yaguareté en la provincia de Chaco.
“Nuestra fundación trabaja dentro del Parque Nacional en colaboración con la Administración de Parques Nacionales, y para tal fin cuenta con una estación de campo y un equipo estable de biólogos, veterinarios y baqueanos. Al 2021, fueron inventariadas 20 especies de hongos, 497 especies de plantas, 587 especies de artrópodos, 72 especies de peces, 36 de anfibios, 51 de reptiles, 345 de aves y 58 de mamíferos. Algunas de estas especies no se conocían en la provincia de Chaco”, indican en un informe.
Según datos obtenidos, desde 1985, ya se han deforestado 14 millones de hectáreas del Gran Chaco, con el objetivo de integrar estos países al ciclo de commodities global, ya sea para granos enteros o procesados en forma de harina o aceite, carne o cuero, con una demanda que parece no tener techo en mercados que están en Europa, China, India y otros países asiáticos.
ESTÁ AMENAZADA LA RIQUEZA NATURAL Y CULTURAL DE EL IMPENETRABLE
La Estancia La Fidelidad, creada por la Fundación en la provincia de Formosa, no se encuentra protegida y en la actualidad está siendo parcelada para uso forestal y ganadero. Los 100 kilómetros del río Teuco que hoy constituyen el límite norte del Parque Nacional son utilizados habitualmente por cazadores y pescadores que ponen en riesgo la supervivencia de pecaríes, tapires, corzuelas, dorados, surubíes y, sobre todo, de los grandes felinos como el yaguareté, declarado Monumento Natural en esa provincia y en Argentina, y críticamente amenazado en la región chaqueña.
Para Rewilding Argentina, desde 2011 se colaboró con guardaparques provinciales y nacionales para asegurar el cumplimiento de las leyes ambientales; con ONGs e investigadores para aumentar el conocimiento científico de la vida silvestre; y con el Gobierno de Chaco para incrementar la promoción del turismo de naturaleza en la región.
Lo cierto es que la provincia de Chaco y especialmente el Parque Nacional El Impenetrable, en el Chaco Seco, son un raro ejemplo en donde ciertos ambientes originales, como los montes de quebrachos, palosantos y algarrobos, y la fauna que allí habita, se mantienen relativamente bien conservados, indican los investigadores.
Pero las poblaciones de algunas especies de estos montes han disminuido de forma alarmante hasta casi desaparecer en las últimas décadas, como el yaguareté. En los humedales y pastizales del Chaco Seco se ha verificado la extinción de varias especies de gran tamaño corporal.
En los pastizales han desaparecido el guanaco y el venado de las pampas; en los humedales asociados a los ríos Teuco y Teuquito se han extinguido el ciervo de los pantanos y la nutria gigante, y otras se han vuelto muy raras como el ñandú; en los montes algunas especies han desaparecido, como la tortuga yabotí y otras se encuentran en peligro de extinción como el chancho quimilero y el tatú carreta.
Por eso, el objetivo de Rewilding Argentina “es devolver al Impenetrable chaqueño su esplendor faunístico mediante la reintroducción de las especies extintas y el manejo activo de algunos de sus ambientes más amenazados, como los pastizales. De esta forma, la región recuperará a sus icónicos habitantes y los roles que ellos cumplían en el ecosistema”.