La pandemia permitió evidenciar la gran cantidad de hogares que no tenían una conexión a internet y eso trajo como consecuencia que muchos chicos no puedan seguir con la educación virtual. Más allá de la pérdida de la escolaridad, habitantes de zonas precarias nunca habían tenido la posibilidad de acceder al mundo digital. El Barrio Pujol, en la provincia de Corrientes, fue la zona elegida por Fibrazo para instalar redes de fibra óptica que le permitieran a los habitantes cercanos al Río Paraná tener un acceso a internet.
Fibrazo es una start up que mantiene un crecimiento exponencial desde su creación en 2021. Comenzaron a trabajar, siempre bajo la premisa de generar un impacto social, con 900 clientes y en 8 meses ya eran 3.500. Su misión es cambiar la forma en la que Latinoamérica se conecta a Internet y sus proyectos están dirigidos a aquellas zonas de mayor vulnerabilidad y con bajos recursos.
“Siempre nos guiamos por nuestra convicción. Nos decían que la gente del barrio no iba a pagar por el servicio e incluso que iban a robar los cables, pero nos encontramos con una realidad distinta”, comenta Nahuel Vara, Co-Founder & CTO de Fibrazo. “Descubrimos un universo de gente con unas ganas infinitas de ser incluido en el mundo digital, que necesita tanta velocidad como cualquier otro y que valora el servicio tanto como alguien en el centro. Eso nos confirmó que nuestro sueño de conectar 1 millón de hogares en Latinoamérica es alcanzable.”
Sin embargo, elegir partners estratégicos para llevar conectividad a lugares donde nadie lo había intentado, no resultaba tan fácil. Además, el Barrio Pujol, al encontrarse a muy poca distancia del Río Paraná, no presenta las mejores condiciones de infraestructura. En este escenario, Furukawa Electric apuesta al proyecto de la start up desde estadíos muy temprano, facilitándoles la solución preconectorizada Ez!Star que les brindó diversos beneficios como: ahorro en costos de mantenimiento, la posibilidad de prescindir de mano de obra altamente calificada porque es una solución muy sencilla de conectar y una velocidad que les permitió alcanzar un 60% de la penetración del mercado. Además, les permitió tener un control más preciso del stock, beneficio que no esperaban, pero que ayudó a equipar mejor a las cuadrillas encargadas de las conexiones, ya que las herramientas eran cuantificables.
“Como start up apuntamos al rápido crecimiento. Para eso necesitamos una tecnología que nos acompañe. Con la tecnología Ez!Star, una cuadrilla puede conectar hasta 15 clientes por día, mientras que con otras soluciones podíamos solo hacer la mitad”, agrega Nahuel. Furukawa les permitía poder mantener un crecimiento exponencial y a la vez optimizar las ganancias.
“Fue un riesgo acertado confiar en Fibrazo y es un orgullo que hayan confiado en nuestra solución sin tener referencias previas”, comenta Juan E. Senor, Key Account Manager para Cono Sur de Furukawa Electric. “Apoyarlos en el proceso de democratización de la fibra óptica en Corrientes y ver el éxito de las instalaciones nos pone muy contentos”, finaliza.
Ante el impacto positivo que tuvo la instalación, Fibrazo pretende intervenir en Villa Banana, Rosario, para mejorar la conectividad de la zona. Además, están llevando el proyecto a escala internacional y buscan penetrar en Cartagena, Colombia, en el Barrio Nelson Mandela.
Cada día más empresas privadas apuestan por un modelo de negocio que también genere un impacto social positivo, no son excluyentes. Cambiar la realidad de la conectividad argentina es posible. Por eso, Fibrazo y Furukawa Electric apuestan a las redes de última generación, para que nadie se quede afuera del mundo digital.