El monto para las universidades argentinas, previsto en el proyecto de Presupuesto General de la Nación 2023, genera preocupación en el seno del sistema universitario, por estar unos 150 millones de pesos menos de lo propuesto por rectores y rectoras. En ese marco, desde la Universidad Nacional del Nordeste se avanza con gestiones en busca de alternativas que permitan paliar el impacto del recorte y evitar consecuencias en el funcionamiento. El rector de la UNNE, Omar Larroza mantiene reuniones con referentes sindicales y representantes legislativos de Chaco y Corrientes, con quienes avanzan en acuerdos de trabajo conjunto.
“Queremos ponerlos en conocimiento sobre esta situación que no sólo nos preocupa sino que también nos ocupa”, dijo el doctor Larroza a legisladores nacionales por la provincia del Chaco, con quienes se reunió en la mañana de este lunes 26 de septiembre, en la Facultad de Ingeniería en el Campus Resistencia de la UNNE. El vicerrector José Basterra, el secretario general de Legal y Técnica, Fabricio Sartori, y el decano de la Facultad de Ingeniería, Mario De Bortoli también participaron del encuentro.
“La universidad tiene un componente muy importante que son sus legisladores, que motorizan el interés de todo lo que tiene que ver con el desarrollo productivo”, dijo el Rector al inicio. “Y dentro de las políticas públicas, se sabe la importancia que debe tener el conocimiento y la vinculación con las universidades”, agregó y recordó a los presentes que el Consejo Superior de la UNNE, aprobó recientemente declarar de interés los planes estratégicos de los gobiernos de las provincias donde esta universidad regional se asienta.
Por lo tanto, “esto trasciende un posicionamiento ideológico, político-partidario”, aseguró ante la atenta escucha de los diputados nacionales por Chaco Juan Manuel Pedrini y Gerardo Cipolini; y la senadora y el senador nacional por Chaco, María Inés Pilatti Vergara y Víctor Zimmermann, respectivamente. Al encuentro también fue invitado el rector de la UNCAUS, Germán Oestman.
La preocupación por la situación presupuestaria de las universidades surge a partir de que el Poder Ejecutivo Nacional contempló para el funcionamiento de las Universidades Nacionales el año entrante, un monto inferior a lo solicitado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). En el anteproyecto de ley de Presupuesto General 2023 que el Congreso de la Nación tratará en los próximos días, se determina una asignación de $ 752.482.394.720 para el sistema universitario nacional; cuando el pedido de rectores y rectoras fue de $ 892.227.828.812.
A ello, en el caso particular de la Universidad Nacional del Nordeste, se suman otros retrocesos en materia presupuestaria, que el Rector compartió con legisladores por medio de la proyección del “Análisis comparativo sobre el presupuesto de la UNNE con relación al sistema universitario en el periodo 2016 /2023”, en el que se trabajó. El mismo refleja que su presupuesto creció significativamente menos que el IPC (Índice de Precios al Consumidor) del periodo 2016/2023; que creció también en menor medida que el promedio del resto de las Universidades Nacionales, y que disminuyó su participación sobre el total del presupuesto.
“El porcentaje en que la UNNE fue participando en el presupuesto universitario nacional, fue decreciendo en los últimos años”, dijo Larroza en relación al último punto. En términos porcentuales, lo que le correspondió a la UNNE del presupuesto nacional total, pasó del 2,89 por ciento del total en 2016 al 2,66% en 2023. “Y eso, son millones de pesos”, resaltaron las autoridades universitarias.
“De esta forma, como consecuencia de la disminución de su participación porcentual, nuestra Universidad recibiría $1.593 millones de pesos menos de presupuesto (en el año 2023), que en el caso de respetarse su participación histórica y $3.958 millones de pesos menos que, si su presupuesto hubiera crecido al mismo ritmo que el IPC del periodo”, señala el documento.
El análisis elaborado por la Dirección General de Presupuesto e Información Universitaria, de la Secretaría General de Planeamiento de la UNNE, arrojó también como resultado que esta Universidad regional sufrió no solo una disminución, en términos reales de su presupuesto, por los efectos inflacionarios; sino también una transferencia de recursos de la UNNE a otras Universidades. “Una quita de recursos a la UNNE para financiar a otros actores del sistema”, dijeron.
“Los presupuestos son técnicos pero también instrumentos políticos”, señaló Larroza.
El 90 por ciento para el pago de salarios
La situación de vulnerabilidad presupuestaria de la UNNE, así como la mayoría de las universidades argentinas, se debe también a la distribución de sus fondos. El 90 por ciento de sus recursos deben destinarse a gastos en personal, dejando sólo el 10% para gastos de funcionamiento. “Muy pocos recursos para atender a las demás funciones propias de la Universidad”, aseguran.
La situación es igual en la UNCAUS: “el tema presupuestario lo vivimos también. Tenemos el 90 por ciento destinado a salarios”, dijo su Rector, y agradeció al doctor Larroza la invitación a participar de la reunión y la posibilidad de aunar esfuerzos.
A ello debe sumarse el impacto de la Segmentación Energética que dispuso el Gobierno nacional. “El tema tarifas también impacta en las universidades”, dijo el Rector de la UNNE y destacó que se trata de un servicio esencial. “La quita de subsidios no sabemos cuánto va a impactar. No podemos tener proyección porque cada provincia (Chacp y Corrientes en el caso de la UNNE) tendrá estrategia propia”, amplió y planteó, como lo hizo en el marco del CIN, la necesidad de una política tarifaria para las universidades.
Reforzó con datos numéricos: “Del 10 por ciento del total de nuestro presupuesto, que queda después de pagar salarios, el 40% insumen los gastos de tarifas”.
Así, “sólo el 60 por ciento, de ese 10% de nuestro presupuesto, se puede usar para por ejemplo programas centrales de la Universidad”, agregó. “Allí es importante tener en cuenta lo que insumen las becas, por ejemplo las de comedor”, añadió Basterra en relación a ese beneficio para estudiantes de la UNNE, que la institución sostiene absorbiendo un mayor porcentaje del gasto.
“Sabemos que es difícil modificar números”, dijeron las autoridades universitarias en relación al anteproyecto de Presupuesto General de la Nación cuyo tratamiento avanza en el Congreso. Pero plantearon la posibilidad de estrategias, como por ejemplo las vías de excepción, justamente para el caso de tarifas. “Fondos de subsidios para pago de tarifas, una partida por fuera del presupuesto”, señalaron como una alternativa.
Respaldo legislativo chaqueño
Con la evidencia de los datos, las autoridades de la Universidad Nacional del Nordeste recibieron manifestaciones de apoyo de los legisladores presentes. “Adhiero al posicionamiento de la Unne”, dijo Zimmermann y lamentó este esquema presupuestario que reduce significativamente las posibilidades. “Estamos a disposición para sumar a la estrategia”, agregó.
“Que la universidad sea una válvula de escape para el gasto público no es la opción”, sentenció en tanto Cipolini. “Necesitamos educación y de calidad en el nivel superior”, agregó y confirmó el apoyo: “desde nuestra posición vamos a apoyar este reclamo de las universidades”.
“Y vamos a acompañar a esta Universidad Nacional del Nordeste de la que soy hijo”, concluyó.
Además de los senadores y diputados presentes en esta reunión, se cuenta con el respaldo de otros pares que no pudieron acudir al encuentro por cuestiones de fuerza mayor, como es el caso de la diputada nacional María Lucila Masin, aseguraron desde la Universidad.
La preocupación por el presupuesto universitario 2023, será ahora eje de una futura reunión con legisladores nacionales por Corrientes. El rector Larroza se reunió días atrás con el diputado Manuel Aguirre. El tema fue también analizado en la reunión que las autoridades de la UNNE mantuvieron días atrás con la conducción de la Conadu Histórica (la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios).