Después de dos años consecutivos de haberse realizado la conmemoración con un formato virtual a causa de la pandemia, este lunes 18 de julio, el Acto Central de recordación a las víctimas y pedido de justicia se lleva adelante de manera presencial, frente a la sede de la AMIA, en Pasteur 633.
Bajo la consigna “Volvemos a Pasteur”, y con la convocatoria conjunta de AMIA, DAIA y Familiares de las Víctimas, el acto congrega en el mismo lugar en que fue perpetrado el atentado terrorista 28 años atrás, a miles de personas que se unen en el reclamo de justicia y en el homenaje a las víctimas de la masacre.
Con la conducción de la periodista Gisela Busaniche, el acto tiene como principales oradores a Amos Linetzky, presidente de AMIA; Anita Weinstein, sobreviviente del atentado, y a tres familiares de víctimas fatales: Sofía Guterman, mamá de Andrea; Jennifer Dubín, hija de Norberto; y Marina Degtiar, hermana de Cristian.
“Convocamos a toda la sociedad a que nos acompañe este lunes, a partir de las 9:30, para poder volver a encontrarnos frente a la sede de Pasteur 633, y seguir la tradición de hacer oír nuestra voz juntos para exigir justicia y castigo a los culpables y responsables del atentado”, expresó Amos Linetzky, presidente de AMIA.
“A pesar del paso del tiempo y de la impunidad vigente en la causa, el reclamo sigue más vivo que nunca y, a 28 años del peor ataque terrorista que sufrió nuestro país, volveremos a estar presentes frente al lugar que se intentó destruir, para manifestarnos a favor de la paz, la justicia y la defensa de la vida”, agregó Linetzky.
“El atentado del 18 de julio de 1994 es un delito de lesa humanidad que no puede quedar libre de sanciones. La impunidad es una herida que cada día duele más. Las familias de las 85 personas que fueron asesinadas, y la sociedad en su conjunto, merecen aliviar ese pesar permanente con la respuesta que solo puede ofrecer la justicia.”, concluyó el presidente de la institución.
El atentado terrorista, cuya idea, planificación y ejecución fue acreditada por la justicia argentina a manos de integrantes de Hezbollah, y una conexión local, fue perpetrado el 18 de julio de 1994. Dejó el doloroso saldo de 85 víctimas fatales y más de 300 heridos.