Un proyecto coordinado desde la UNNE, y seleccionado a nivel nacional, ensayará alternativas para la elaboración de un alimento funcional para piscicultura mediante el aprovechamiento de subproductos de las industrias arrocera y cervecera que actualmente son desperdiciados en la región NEA. El objetivo es que el producto obtenido pueda ser comercializado por lo que se trabajará de manera articulada con el sector privado.
El proyecto fue seleccionado por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), en el marco de la convocatoria “PICT 2021 Orientación a la vinculación”.
La convocatoria, por la que se aprobaron 27 propuestas a nivel nacional, propicia la vinculación entre grupos de investigación e instituciones o empresas que plantean desafíos tecnológicos y productivos que requieren del desarrollo de soluciones científico-tecnológicas.
El proyecto aprobado por la UNNE se denomina “aprovechamiento de subproductos de las industrias arrocera y cervecera para la producción de un alimento funcional destinado a piscicultura” y prevé atender una necesidad concreta del sector productivo.
La iniciativa será desarrollada por investigadores de la Cátedra de Microbiología y el Instituto de Ictiología del Nordeste (INICNE), de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE, y CONICET, en articulación con el Laboratorio de Antioxidantes y Procesos Oxidativos (LAPOX) de la Facultad de Agronomía y Agroindustria de la Universidad Nacional de Santiago del Estero y el Centro de Referencia de para Lactobacilos (CERELA-CONICET) en la provincia de Tucumán.
Además, tendrá como institución adoptante a la empresa “Grupo Puerto Las Palmas” dedicada a la producción de arroz y pacú en el Departamento Bermejo.
El Dr. Marcos Guidoli, director del proyecto e investigador de la UNNE y Conicet, explicó que la iniciativa busca responder a una inquietud recibida desde la empresa Grupo Puerto Las Palmas respecto a cómo aprovechar la cascarilla de arroz sobrante de sus procesos productivos vinculados al cultivo de arroz junto a la cría de peces.
El planteo de la empresa se orienta a lograr prácticas más amigables con el medioambiente, debido a que, si bien parte del subproducto de cascarilla de arroz se reutiliza, una importante cantidad de este desperdicio se destruye por medio de la quema.
Propuesta
Ante ello, los investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE y CONICET plantearon la posibilidad de evaluar el potencial aprovechamiento como alimento funcional para peces.
Es que existen hongos benéficos del tracto digestivo de los peces que pueden crecer bien en la cascarilla de arroz y lograr su biodegradación total o parcial, posibilitando así su inclusión en la dieta de los peces.
Pero, además de la cascarilla de arroz, los investigadores consideraron factible incluir en el proyecto otro subproducto no utilizado de la industria regional como lo es el “bagazo cervecero” de cebada y lúpulo sobrante de la elaboración de cerveza, y que tiene alto contenido de humedad y azúcar libre.
Específicamente se apunta al bagazo de la producción de cerveza artesanal, que en general se destina a la alimentación animal pero es un sobrante cuya cantidad se incrementa progresivamente debido al auge de la cervecería artesanal en la región, por lo cual sería óptimo darle un nuevo aprovechamiento.
Así, el objetivo es bioprocesar con hongos benéficos combinaciones de cascarilla de arroz y bagazo cervecero para obtener una harina que pueda incorporarse a la dieta de los peces como alimento funcional, que además de nutrir a los peces les aporte componentes beneficiosos para la salud y la prevención de enfermedades, como minerales, vitaminas y sustancias antioxidantes.
Además, el alimento obtenido sería un producto orgánico, un elemento muy demandado en el mercado.
En el caso de la empresa Puerto Las Palmas, que se plantea como objetivo una producción orgánica y amigable con el medioambiente, la incorporación de la harina combinada de cascarilla de arroz y bagazo cervecero bioprocesadas podría permitir incrementar el valor nutricional del alimento, pudiendo incluso alcanzar una producción 100% orgánica.
Por otra parte, se busca que el producto obtenido tenga la posibilidad de ser escalable a nivel industrial y pueda ser comercializado al mercado en general y no sólo destinado a la empresa, y de esa forma transformarse en un producto de valor agregado que garantice de manera estable el aprovechamiento del desperdicio de la industria arrocera y cervecera.
Perspectivas
“El producto esperado se configuraría dentro de lo que se conoce como economía circular, una alternativa de gestión en la que los residuos son reutilizados como recursos, en una lógica que reduce el impacto ambiental en la actividad productiva y se genera nuevos procesos productivos o productos” destacó el Dr. Guidoli.
Tanto en el caso de la cascarilla de arroz como del bagazo, se trata de desperdicios que generan toneladas de residuos de manera semanal.
Además de la participación de los investigadores de la UNNE en el proyecto, en el marco de los ensayos los investigadores del Laboratorio de Antioxidantes y Procesos Oxidativos (LAPOX) de la Facultad de Agronomía y Agroindustria de la Universidad Nacional de Santiago del Estero evaluarán la capacidad antioxidante de los subproductos para determinar el potencial como alimento funcional de peces.
También se contará con el asesoramiento del Centro de Referencia para Lactobacilos de Tucumán (CERELA), mientras que el INTI Corrientes aportará como servicio al proyecto la construcción de un biorreactor que permitirá aumentar 100 veces la capacidad de procesamiento respecto a los ensayos que se harán en laboratorio.
El Dr. Guidoli destacó que el proyecto seleccionado por la Agencia I+D+i representa el fruto de un largo trabajo de articulación de casi 15 años desde la UNNE con la empresa Grupo Puerto Las Palmas, en materia de investigación, capacitación y transferencia, así como del trabajo cooperación con otras instituciones del sistema científico-tecnológico.
El equipo responsable del proyecto está integrado por el Dr. Marcos Guidoli, el Dr. Sebastián Sánchez y la Dra. Silvia Boehringer, investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE y del Conicet; la Dra. Daniela Celeste García del LAPOX (UNSE) y Conicet; y la Dra. Fátima Nader del CERELA (Conicet).