Bella Vista rindió homenaje al músico Ricardo Scófano en el marco del segundo aniversario de su partida. Los actos tuvieron lugar en 1° Sección Lomas a unos 6 kilómetros de la ciudad donde el compositor naciera y viviera hasta los 17 años. La intendente Noelia Bazzi y el especialista en Chamamé Juan Pedro Zubieta valoraron con énfasis la obra del autor de “Mi tiempo, mi infancia”.
Bajo una espléndida jornada de sol, el municipio de Bella Vista desarrolló un programa cultural de homenaje a Ricardo Scófano, al recordarse el segundo año de su muerte. La convocatoria tuvo como escenario la casa natal del bandoneonista conocida popularmente como “La casita amarilla”, ubicada en la Primera Sección Lomas el sudeste de la ciudad.
En la primera parte del programa, la intendente Noelia Bazzi dio la bienvenida y manifestó “En lo personal me emociona estar acá donde creció Ricardo…les agradezco el estar acompañándonos y quiero felicitar al equipo municipal por esta buena idea de venir a recordar a nuestro compoblano en ésta, la casita amarilla.
También este homenaje me lleva a recordar muy especialmente a mi madre, que al escuchar la canción “MI tiempo mi infancia”, cuando la letra dice “los Pannunzio, los Carruega y los Beltrán”, ella dejaba todos sus quehaceres para invitarnos a prestar atención al momento en que estaban nombrando a sus familiares. Eso, y el hecho de compartir con los familiares y algunos amigos de Ricardo, me llena de satisfacción.
Mientras en los alrededores se servía un mate cocido con tortas fritas, el acto siguió con las palabras del director de Cultura y Educación Gabriel Mazzoleni para destacar el desafío de abrir las puertas a un lugar casi olvidado de 1° Sección Lomas pero que sin embargo “a pesar de las circunstancias y gracias a los actuales propietarios de las familias Serial y Sand, pudimos avanzar en esta idea que no es otra cosa que compartir una parte de la historia de un músico y recordando por qué no: nuestro tiempo y nuestra infancia”.
En el mismo sentido habló el presidente de la Fundación Memoria del Chamamé Pedro Zubieta subrayó “Este lugar tiene mucho significado para los bellavistenses porque quienes venimos hoy estamos con el corazón abierto y lo extrañamos a Ricardo. En diciembre se declaró al Chamamé como Patrimonio de la Humanidad y acá hay mucho de eso. Acá está lo material; en esta casa y bajo estos árboles, pero también está lo inmaterial que es lo que se transmite a partir de ahí.
La transmisión del saber tradicional. Y lo más importante es que viene otra generación detrás. Ricardo rescató todo lo que tenía a mano para integrar al Chamamé. Cuando era joven me contó que él mismo decidió ir a vivir unos años a Mburucuyá para estar cerca de Eustaquio Miño y aprender de él. Después su camino lo encuentra con don Tránsito Cocomarola y ahí apareció Ricardo grabando por primera vez para el sello Fonogram.
Nunca se editó ese disco…yo lo rescaté de un coleccionista y se lo llevé a Ricardo a su casa hace poco tiempo. Esa grabación estuvo perdida durante 50 años. Hay más de 100 obras en el historial tangible e intangible de los Scófano y este lugar es una parte de ese legado”, concluyó el especialista.
Ante la presencia de un moderado número de público donde se destacaron las agrupaciones tradicionalistas “La Morochita” y “Reencuentro”, se escuchó el repertorio de la Orquesta Folclórica amenizada por el cuerpo de baile del Ballet Folclórico Municipal y para el final la actuación especial del “Grupo Renaciendo”, integrado entre otros por Adolfo Alegre y el Zurdo Maciel, con obras sentidas como: “Abrazo al cielo”, “Cañada porá” y “Renaciendo”.