La ministra de Salud Carla Vizzotti y la asesora presidencial Cecilia Nicolini, encabezaron un cónclave con el embajador británico, Mark Kent, para destrabar el envío de vacunas de Oxford-AstraZeneca y proponer que la Argentina fabrique la totalidad de la vacuna de ese laboratorio.
Las funcionarias le comunicaron a Kent que la Argentina ya fabrica el principio activo de la inyección y le garantizaron que el país cuenta con la tecnología suficiente para fabricar la vacuna completa. Kent aún no dio una respuesta concreta pero se comprometió a seguir las conversaciones. Ahora el diálogo será de Estado a Estado.
El proceso de producción de la vacuna de Oxford-AztraZeneca comienza en la Argentina a través del hub biotecnológico mAbxience (Grupo Insud), mientras que en México, el laboratorio Liomont tenía que encargar de completar el proceso de estabilización, fabricación y envasado del medicamento.
Sin embargo, desde México debieron enviarlas al laboratorio Albany Molecular Research, ubicado en Albuquerque, Estados Unidos, porque no habían podido acceder al filtro de vidrio microparticulado que se usa para filtrar, fraccionar y envasar el principio activo que le envían desde Argentina.
Debían importar ese filtro desde Estados Unidos, pero el ex presidente Donald Trump bloqueó la exportación de productos médicos amparándose en la emergencia sanitaria generada por el coronavirus. Desde ese momento, todas las gestiones comenzaron a complicarse.
El objetivo del Gobierno es producir en el país todas las vacunas que está utilizando. Con la reunión se completa una serie de encuentros destinados a lograr un acercamiento entre el Estado argentino y el productor de la vacuna, con el fin de llegar a un acuerdo para producir las vacunas en el país.
La semana pasada se conoció que el laboratorio Richmond fabricó y envió un lote de 21.000 dosis de Sptunik V a Moscú para obtener la aprobación rusa e iniciar en junio la producción masiva en una de sus plantas ubicadas en Buenos Aires.
El lunes Vizzotti y Nicolini mantuvieron dos encuentros virtuales con autoridades y empresarios de China e Israel, con el objetivo de iniciar formalmente las conversaciones sobre la posible participación de la Argentina en la fase de investigación y en la cadena de producción de la vacuna.
El primer encuentro reunió de manera virtual a las funcionarias con el embajador chino en Argentina, Zou Xiaoli; su par argentino en China, Sabino Vaca Narvaja; directivos de Sinopharm tanto de China como Argentina, y representantes de Sinergium Biotech.
En la segunda reunión estuvieron en contacto con el embajador argentino en Israel, Sergio Uribarri, y con el equipo de Hadassah Internacional, liderado por el médico argentino Jorge Diner, junto a integrantes del Ministerio de Salud argentino y la ANMAT, para dar inicio al trabajo de cooperación e intercambio de experiencias en prevención y lucha contra el coronavirus, investigación y desarrollo de vacunas y fármacos, gestión epidemiológica, asistencia de pacientes y campaña de vacunación.
En definitiva, Argentina quiere producir en el país la vacuna de Sinopharm, la de Astrazeneca y la que elabora el Instituto Gamaleya de Rusia. Un paso previo es tener mayor predominio en la cadena de elaboración.
Durante el encuentro las dos funcionarias también reclamaron por la llegada de los 22.431.000 millones de dosis que Argentina adquirió (hasta el momento pagó el 60%) y de las cuales aún no vio ninguna.
Una posibilidad es que la traba pueda ser superada mediante un acuerdo en el que se resuelva la distribución de las dosis a través del Fondo Covax. Hasta ahora, por este mecanismo, arribaron al país 1.082.400 dosis.
El Embajador explicó que el Reino Unido canaliza su ayuda para la distribución global de las vacunas a través de ese mecanismo COVAX y que es miembro fundador y uno de los mayores financiadores bilaterales del Compromiso de Mercado Anticipado de COVAX, al que ya comprometió 548 millones de libras esterlinas.
La semana pasada Carla Vizzott y Nicolini se reunieron con representantes de la empresa AstraZeneca Argentina para solicitarles formalmente que informen a la brevedad sobre los avances en la producción y control de calidad de la vacuna producida en el país.
Para principios de marzo habían prometido la entrega de las primeras partidas, pero eso nunca se cumplió. Se hizo el envío a los mexicanos pero tuvieron problemas con el fraccionamiento, el envasado y el etiquetamiento. La producción se dilató y Argentina aún no recibió dosis.
El gobierno nacional necesita que le ingresen más vacunas durante el próximo mes porque hasta después de mitad de año no podrá contar con más dosis de Sinopharm. El régimen chino suspendió la exportación hasta julio. Entonces, la gestión de Alberto Fernández depende enteramente de los containers que manden desde Rusia, el principal proveedor del país hasta el momento.
Fuente: infobae.com